Drama


 

 

El comité de Dios

Por: Atilio Tustali

La interesante propuesta del texto de Mark Saint Germain toma una dimensión humanista y actual para reflexionar.


La interesante propuesta del texto de Mark Saint Germain toma una dimensión humanista y actual para reflexionar.

 

Un autor obsesionado por revisar los temas filosóficos de la humanidad, de quien vimos recientemente La última sesión de Freud, pone en este caso uno de los más relevantes dilemas a los que se enfrenta la ciencia en nuestros días, las constantes determinaciones que esta debe asumir desde los distintos puntos de vista de la ética. El desarrollo de la humanidad ha otorgado la posibilidad de salvar vidas de maneras impensadas, pero el dilema consiste en conocer la importancia o el valor de lo que se maneja a diario en ámbitos donde es necesario tomar decisiones en equipos conformados por mentes entrenadas en obtener un resultado, más allá de toda consideración moral.

En este punto, las voces de los distintos intereses en juego están encarnadas por las actuaciones de Julieta Vallina,  Ana Garibaldi, Alejandra Flechner, Héctor Díaz, Roberto Castro y Gustavo Garzón. Un elenco coral donde el destaque de cada uno está dado por las brillantes actuaciones que realizan. Cada personaje posee una formación y un objetivo definido, pulsiones que enfocan distintas fuerzas dentro de este comité  de trasplantes que debe evaluar a cada paciente, cada ficha, y decidir si lo habilita o no a la posible intervención que salvará su vida. Las donaciones no alcanzan para todos y es imposible rescatarlos en su totalidad.

A pesar de la dureza del tema, se proponen varias escenas de humor que buscan distender la tensión, aquí se ve claramente la mano de Daniel Veronese en el equilibrio que poseen los distintos climas que propone el material y la impronta de su sello en la puesta ubicada en una escenografía de Alberto Negrín, con un diseño de luces de Marcelo Cuervo que le aporta dramatismo a la obra y profundidad a la escena.

Veronese ha sabido construir un universo particular en donde se expone un dilema. Sirve para reflejarnos en este espejo que es el teatro, para poder reflexionar sobre nuestros deberes y obligaciones en cada decisión sobre la vida, en cualquiera de sus estadios. Una obra que debe ser vista y que a cambio entrega mucho.

 

Teatro El Picadero. Pasaje Santos Discépolo 1857. De miércoles a sábados a las  20:30. Domingos a las 20.

> COMERCIAL
> DISTRIBUCIÓN
> EDICIONES ANTERIORES