Exposición antológica


 

 

Polesello joven (1958-1974)

Por: Fernando Arenas

A un año de su paso a la inmortalidad, se le rinde un gran homenaje a quien fuera una de las figuras centrales del arte de los argentinos y nuestro embajador cultural en el mundo entero. Una visita ineludible para repetir hasta mediados de octubre.


A un año de su paso a la inmortalidad, se le rinde un gran homenaje a quien fuera una de las figuras centrales del arte de los argentinos y nuestro embajador cultural en el mundo entero. Una visita ineludible para repetir hasta mediados de octubre.

 

Polesello es el gran revolucionario de la Plástica. Su constante investigación, sumado al talento que lo caracterizaba, dieron por resultado el desarrollo de la abstracción geométrica y óptica argentina, llevando para siempre su sello.

Su búsqueda por el movimiento en lo estático y el constante desafío por lograr acción entre figura y fondo, sumado a la aleatoriedad inducida por una búsqueda semiótica del significante, lograron una característica irreproducible en el campo de la Plástica.

Su destreza en la utilización del color, producida por el constante riesgo que asumía, terminó por ser el constante a lo largo de toda su producción.

Mercedes Casanegra asume con suma calidad la curaduría de un proyecto que comenzó en el 2012, con el mismo Rogelio Polesello (Buenos Aires, 1939-2014) incluido en el equipo que se desafió en lograr reunir obras de una época de su carrera que marcó la gestación de su búsqueda por unir arte-diseño-industria, conjeturando relaciones entre artes plásticas, arquitectura, diseño, cine y moda que hoy serían imposibles de separar.

El comienzo de esta empresa fue dado por Marcelo Pacheco, ex curador en jefe del Malba, como parte de su búsqueda en jerarquizar a los artistas argentinos. Este trabajo de investigación da como resultado un invaluable material y guía de esta investigación, que dio como resultado la creación de un excelente catálogo de cuatrocientas páginas invaluables para nuestro Arte.

La muestra que será expuesta hasta el 12 de octubre se despliega en cinco núcleos.  Comienza con la obra temprana: monocopias, tintas, témperas y óleos de los años 1958 y 1959, de abstracción geométrica.

El segundo núcleo contiene obras de gran formato de principios de los años 60, donde se destacan sus primeras experimentaciones con pistola de aire y chapas que usa como matrices para generar la vibración del color.

El tercer núcleo abarca los años 1964-1966 con pinturas, en torno a la obra que exhibe en la II Bienal Americana de Arte, Industrias Kaiser (Córdoba, 1964), el premio Esso (Washington, 1965) y la 8ª Bienal de San Pablo (1965). Época en la que se mueve libremente entre la pintura, el diseño gráfico, textil y de objetos.

En el cuarto núcleo, que se inicia en 1967, vemos sus primeras obras realizadas en acrílico tallado, que funcionan en el espacio deformando sus propias pinturas. Sus búsquedas pictóricas se centran en el color y en la deformación de la imagen, de forma más sintética. Por último, se ven sus experimentaciones vinculadas al espacio y a la participación del espectador.

En el quinto núcleo, el montaje está basado en el estudio de las puestas que diseñó para exposiciones individuales en el Centro de Artes Visuales del Instituto Torcuato Di Tella (1969) y en el Center for Inter American Relations de Nueva York (1973), que se destacaron por su masiva convocatoria y repercusión en la crítica.

 

Fernando Arenas

 

Malba. Av. Figueroa Alcorta 3415. Jueves a lunes de 12 a 20. Miércoles de 12 a 21. Feriados  de 12 a 20. Martes cerrado.

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