El viaje de Hervé

Por: Juan José Bertolaga

El autor y puestista Bruno Luciani propone un espacio para escuchar una historia desprovista de pretensiones, ofreciendo disparadores que en la mente del espectador despiertan un imaginario fantástico.

El autor y puestista Bruno Luciani propone un espacio para escuchar una historia desprovista de pretensiones, ofreciendo disparadores que en la mente del espectador despiertan un imaginario fantástico.

 

Esta propuesta teatral es una recomendación muy especial. Se trata de elegir un sábado, ir a Parque Lezama, disfrutar la tarde y luego, a dos cuadras de allí, visitar la sala Querida Elena, un lugar fuera de lo común que no resiste descripciones. Hay que prepararse para un suave viaje poético que comienza con la ingestión de una bebida: la compañía teatral Ladrones de quinotos, anfitriona, convida un vino caliente especiado e invita a un espacio onírico al aire libre (si llueve se suspende) donde se cuenta la historia de un hombre llamado Hervé Joncour.

Para algunos este nombre les sonará familiar: es el protagonista de la novela de Alessandro Baricco llamada Seda. Esta es una adaptación muy especial, donde los actores Rita González y Gerardo Porión son además narradores de la historia y utilizan infinidad de artilugios para llevar al espectador por las tierras lejanas en donde transcurre. Apoyados en la música del guitarrista Maximiliano Cánepa, la puesta, ambientada a mediados del siglo XIX, cuenta la odisea de un joven francés, comerciante del camino de la seda, que llega al Japón buscando los huevos con gusanos de la trama más fina, transitando las más apasionantes anécdotas que lo transformarán por completo, dándole a la fábula un exquisito interés.

Si la poesía salva al mundo, aquí hay un vivo exponente para no dejar de ver. La segunda temporada de este trabajo recurre a los resortes secretos y sutiles del teatro tradicional para brindar una caricia al corazón.

 

Querida Elena. Pi y Margall 1124. Sábados a las 20.

www.alternativateatral.com/obra28860-el-viaje-de-herve

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