Teatro musical


 

 

El pimiento Verdi

Por: Lucho Gutiérrez

Escrita y dirigida por el barcelonés Albert Boadella, que luego de dos exitosas temporadas en España presenta la versión argentina con un excelente elenco local de gargantas consagradas, esta obra es un alimento indispensable para el alma.


Escrita y dirigida por el barcelonés Albert Boadella, que luego de dos exitosas temporadas en España presenta la versión argentina con un excelente elenco local de gargantas consagradas, esta obra es un alimento indispensable para el alma.

 

Un bodegón: El pimiento Verdi. Su dueño: Nacho Gadano, amante de la zarzuela y las óperas, preferentemente las de Verdi. Organizador de un homenaje por los 200 años de su nacimiento (recordemos que la obra se estrenó en España hace dos años, cuando se cumplía el bicentenario de la llegada al mundo del gran creador) a esta conmemoración asisten, entre otros parroquianos, cantantes liricos: Carolina Gómez y Nacho Mintz, amantes de Verdi. Pero en el salón estarán dos acérrimos críticos al movimiento verdiano, una pareja amante de Wagner, Mirta Arrúa Lichi y Santiago Sirur.

En El pimiento Verdi atienden a los comensales dos grandes artistas devenidos en mozos: Víctor Hugo Díaz, un talentoso cantante, y un pianista, Damián Mahler. En medio de esta fiesta verdiana se enfrentan las filosofías de ambos bandos, los que opinan que Verdi es un populachero en busca de hits y los que opinan que Wagner es aburrido y solemne. Ambos delinean y reflexionan sobre las consecuencias que ha sufrido la música hasta nuestros días, por la injerencia de estos seres que coincidentemente nacieron el mismo año (1813).

Tener en el escenario las voces de estos grandes de la lírica, es un regalo del cielo. Las magníficas interpretaciones de estos cuatro grandes del canto y la actuación engalanan la sala Martín Coronado. La riqueza interpretativa, en tono de comedia, de Arrúa Lichi se asemeja a una ensoñación, es realmente asombrosa la relajación que posee su cuerpo en contrapunto a la calidad y potencia de su canto, es como estar en presencia de un fenómeno sobrenatural.

El brillo en escena de la soprano Carolina Gómez, con la acostumbrada ductilidad que la ha llevado a formar parte de los elencos operísticos del momento, genera gran expectativa en sus apariciones. Su versatilidad  brilla con un humor que redobla en cada escena. Las acompañan los reconocidos tenores Santiago Sirur y Nacho Mintz quienes, además de su compromiso con el canto demuestran una gran capacidad para la comedia en los diversos cuadros que lleva adelante la obra y que remata en una mélange operística donde intervienen fragmentos de ambos compositores demostrando la unidad del arte de la música y de la capacidad creativa de quien la ha creado y dirige.

Son de destacar las actuaciones de los anfitriones del pimiento Verdi. Nacho Gadano en el rol de propietario aporta algunas zarzuelas donde se deja entrever su calidad para el género. Víctor Hugo Díaz, excelente comediante, realiza intervenciones que lo destacan en sus apariciones breves pero efectivas tanto en lo actoral como en su calidad como cantante. Damián Mahler detrás de estos consagrados expone su talento como pianista en este espectáculo imperdible para los melómanos y quienes deseen divertirse a la vez de nutrir su espíritu con tanto talento en escena.

 

Lucho Gutiérrez

 

Teatro San Martín. Sala Martín Coronado. Av. Corrientes 1530. Miércoles a domingos a las 20:30.  En septiembre 5 funciones: del miércoles 9 al domingo 13.  En octubre/noviembre, 17 funciones: del viernes 9 de octubre al domingo 1º de noviembre.  En noviembre, 4 funciones: del jueves 5 al domingo 8.  En noviembre/diciembre, 14 funciones: del miércoles 18 de noviembre al sábado 5 de diciembre.

www.alternativateatral.com/obra37071-el-pimiento-verdi

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