Comedia dramática


 

 

Tribus

Por: Atilio Tustali

Una temporada a sala llena hace que se presente -en funciones especiales para esta época del año-, un espectáculo basado en un conflicto que nos pertenece a todos.


Una temporada a sala llena hace que se presente -en funciones especiales para esta época del año-, un espectáculo basado en un conflicto que nos pertenece a todos.

 

Desde siempre los vínculos han dado tela a cuanto dramaturgo haya intentado contar historias, pero en este caso, Tribus posee un sinfín de aspectos que la hacen por demás interesante.

En principio la calidad de actuaciones es superlativa, una familia que posee como padre a Patricio Contreras en uno de esos trabajos a los que nos tiene acostumbrado, su rol dentro de la historia de esta familia es de gran trascendencia. La madre, conformada por Miriam Odorico, es de una belleza tal que todo espectador sale adorando su presencia en escena. Los tres hijos y emergentes de esta pareja están conformados por Maruja Bustamante, Lautaro Delgado y Gerardo Otero. Maruja Bustamante está en uno de los momentos más interesantes de su carrera (quien haya sido espectador del biodrama “Maruja enamorada” podrá asentir).Lautaro Delgado entrega una de sus clases maestras al pisar el escenario de la sala Picasso. Completa este trío de atormentados párvulos Gerardo Otero; aquel que tuvo tanto destaque en Red, junto a Julio Chávez, hoy hace un trabajo donde se nota el gran proceso de preparación del personaje, otro acierto de su carrera.

La obra es realmente exquisita, postula inteligentes resoluciones, posee una fuerza transformadora que es representada por la dulce espontaneidad de Viki Almeida. Su personaje arrolla con todos los falsos esquemas de esta tribu, removiendo desde los cimientos lo concebido como “normal”.

Es de especial destaque la estrategia de dirección que realizó Claudio Tolcachir en esta puesta, es evidente los espacios en los que su mano enalteció el desarrollo del conflicto y cómo presenta cada escena.

Las brillantes actuaciones unidas a una acertada dirección, los distintos caminos que se van transformando, de marcada manera en lo personal, desencadenan profundos cambios en lo que a lo tribal se refiere y todo sin que el espectador note  bruscas modificaciones. Pero al levantarse de la butaca estará frente a otro escenario. Un material que no debe dejar de verse en este verano y lo que lleve del año.

 

Atilio Tustali

 

Complejo La Plaza. Sala Picasso. Av. Corrientes 1660. Viernes a las 22:15. Sábados a las 20:15. Domingos a las 21:15.

www.alternativateatral.com/obra36295-tribus

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