Esposas de dictadores

Por: Atilio Tustali

Una nueva entrega de las ya reconocidas puestas del director Luciano Cáceres. Con textos de René Pollesch, se transforma en una cita ineludible en el Cultural San Martín.

Ya hemos disfrutado de anteriores textos de este autor alemán, quien concibe el teatro por fuera de los cánones tradicionales, explorando una diversidad de canales para llevar mensajes al espectador. Sus complejos textos son provistos de un acelerado torrente de imágenes, escenas con extrema repetición, signos disparados con gran potencia al espectador, quien recibe todo con una sensación vertiginosa sin poder detenerse en un pensamiento, solo siente por la estimulación que recibe.

Pollesch le ha puesto el sayo a Cáceres, quien es el único director de sus obras en esta esquina del mundo, como fue el caso de "Sex, según Mae West "en el 2006 y "Ciudad como botín" en el 2008. Siempre trabaja con un grupo cerrado, su gente. En esta oportunidad convoca a Gerardo Gardelín para que componga música original, quien lo hace con la eficacia y creatividad a las que nos tiene acostumbrados; en el diseño lumínico y escenográfico, alguien con la potencia de Gonzalo Córdova; en el vestuario a Pepe Uría y para el escenario parte del elenco de sus  anteriores puestas del autor, pero en este caso Leonor Manso engalana encabezando la compañía que se completa con Héctor Bordoni, Ideth Enright, Dolores Ocampo y Fernando Sansiveri. También posee actores de experiencia escénica que, cámara en mano, van realizando tomas que forman parte de la rutina. Ellos son Ignacio Rodríguez de Anca, Agustín Garbellotto y Martín Comán. Con este núcleo duro de su entorno realiza la puesta en escena con tal creatividad e inteligencia que el texto de Pollesch es solo un disparador del mundo que arma; además de contar el mensaje central: la familia, la sexualidad y el teatro a través de la figura de Elena Ceausescu, en una crítica a la sociedad capitalista y sus pilares.

Cáceres pone en escena un dispositivo, valiéndose de presencia  audiovisual, cámaras y edición en vivo, música, proyección de material histórico, potenciando el mensaje con gran intensidad, manteniendo el código que identifica la obra de Pollesch, un filósofo que utiliza el teatro como herramienta expresiva y como soporte para mostrar sus investigaciones y conclusiones acerca del animal humano.

Un material que es necesario ver, por la cantidad de noemas que lo componen y por lo elocuente del mensaje.. 

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