Tarascones

Por: Atilio Tustali

Conocedores del fino humor que se desprende de las trágicas diferencias sociales, estos creadores brindan un objeto de arte de gran calidad, por donde podemos espiar el absurdo humano.

En diversas oportunidades hemos recomendado ingresar, sin pensar, donde se esté dando una obra de Gonzalo Demaría o de Ciro Zorzoli, a quienes consideramos referentes y embajadores de nuestras artes en el mundo.

En esta oportunidad el destino los presenta por primera vez en dupla.

El texto de Demaría, compuesto en verso, convoca a parodiar una de aquellas estructuras dramáticas donde viejas amigas se reúnen luego de años y se produce el consabido pase de facturas.  Ambos convocaron un elenco de lujo compuesto por Alejandra Flechner, Susana Pampín, Paola Barrientos y Eugenia Guerty, delicadas artesanas de personajes que vuelven a descollar con las creaciones realizadas.

Zorzoli asume la dirección del espectáculo apoyado por un equipo compuesto por su inseparable Eli Sirlin en diseño de luces, Marcelo Katz en música original, el vestuario de Magda Banach y la escenografía de Cecilia Zuvialde.

En todo hay una fuerte presencia estética del director, una compacta firma para representar el mundo de Zulma, Martita, Estela y Raquel, estas cuatro mujeres de una clase social acomodada que suele desconocer peculiaridades de las clases más humildes, generando constantes actos disparatados y absurdas decisiones que despiertan carcajadas en una platea absorta por el devenir de las escenas, en las que van quedando expuestas, además, patéticas características individuales y del grupo que funciona como un antiguo sistema. Es para destacar el trabajo de dirección, para lograr un sinfín de pequeños detalles y delicadas acciones que conforman o identifican una forma social, un sentido de pertenencia en el grupo social al que hacen referencia. Imperdible.

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