Sally, una farsa

Por: Walter Bergonzi

Un hermoso desquicio, creado por una mente totalmente libre, que puede concebir, sin ataduras, el pasado de uno de los mitos de la comedia musical de todos los tiempos.

Sally Bowles, conocida como la protagonista de la comedia musical "Cabaret", tiene su origen en una novela editada en 1937 que lleva su nombre. Su autor, el británico Christopher Isherwood, se inspiró en una mujer que conoció ocasionalmente. Otra versión de la historia, con Sally como personaje central, se volvió a publicar en 1951 bajo el titulo "Adiós Berlín".

En 1955 el personaje llegó al cine, y para 1966 se realizó la adaptación al musical, para finalmente posicionarla  en el cenit , de la mano del genial Bob Fosse en 1972, con la adaptación cinematográfica protagonizada por Liza Minnelli.

Pero, ¿quién era realmente esa mujer? ¿Cuántas probabilidades de pasado tenía?

Este es el leitmotiv que ha llevado a Dennis Smith a crear un espectáculo de gran interés, indagando el posible pasado de esta figura, de suma importancia para todos los cultores del género.

Lo presenta junto a Alejandra Perlusky, una de nuestras figuras más importantes del quehacer musical, quien compone distintas criaturas a lo largo de la propuesta, dándole mayor calidad al trabajo, en varios sentidos.

Smith propone un derrotero dramatúrgico montado sobre descontracturadas escenas que le permiten abordar situaciones que van desde un dramatismo  profundo, a su reconocida aptitud para la comedia.

La propuesta cuenta con signos de mucha pureza, como son su partener o la dirección musical y el acompañamiento en el piano de Damián Mahler. Además de poseer música original de Fernando Albinarrate, con quien el autor de la obra también trabajó las letras de las canciones.  

Alejandro Ibarra aporta una mirada externa que cierra un concepto muy compacto y poco tradicional del género, pero que sí lleva la reconocida firma de su creador. 

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