Saltimbanquis

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Basado en un cuento de los hermanos Grimm, sube a escena un espectáculo aclamado por generaciones.

Uno de los cuentos más misteriosos y divertidos escuchados en la infancia es, sin dudas, "Los músicos de Bremen". Misterioso, porque en un contexto de total costumbrismo, los animales hablaban sin que nadie explicara el por qué. Divertido, porque ese grupo zoológico se las arreglaba para desafiar a sus amos y descompaginar una banda de ladrones.

Este cuento puede tener, también, múltiples lecturas. Una fue la del letrista y autor italiano Sergio Bardotti y el compositor argentino Luis Bacalov, que crearon una versión de musical en 1976. Este trabajo fue adaptado después por Chico Buarque, para una interpretación teatral que todavía se recuerda en Brasil. "Saltimbanquis" habla de la unión, del respeto por el otro, la solidaridad y la buena convivencia en comunidad.

Es una especie de camino del héroe iniciado por el Burro, que escapa de su patrón, harto de que lo obligue a cargar leña y lo maltrate. En su devenir por la campiña encuentra al Perro que perdió el olfato, la Gallina que fue expulsada del gallinero por no poner más huevos (y estar destinada a la olla por esa causa) y la Gata, que se escapó de una vida de encierro.

No saben qué hacer con tanta libertad junta, hasta que se les cruza la idea de organizar una banda, que puede ser de música, de amigos, o de resistencia contra una autoridad mal ejercida que siempre pugna por volver.

El elenco está integrado por Mariano Mazzei, Julián Rubino, Magalí Sánchez Alleno, Laura Silva, Agustín Maccagno, Mariel Rueda, Sheila Saslavsky y Francisco Tortorelli. Un ensamble de diez chicos cumple la función de coro griego.

La Dirección es de Pablo Gorlero, la Dirección Musical de Martín Bianchedi y la coreografía de Verónica Pecollo.

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