Reggae


 La Trastienda

 

Balcarce 460. Tel: 4342-7650.

Miércoles 13 y 20 de julio a las 21.


Dread Mar I

Por: Sabina Pérez

El cantante argentino de reggae presenta un show íntimo en La Trastienda. Versiones despojadas y tranquilas de sus mejores temas. 


A pesar de su look rastafari, un poco exótico y muy atrayente, Dread Mar I es argentino y se llama Mariano Javier Castro. Nació en Quequén, pueblo marítimo de la provincia de Buenos Aires. Mucho no le gustaba la escuela: dejó en séptimo grado, se mudó a Maipú y se puso a trabajar en la panadería de su papá.

Resuelto desde muy pequeño, cultivó un gran amor por la música. Sus primeros pasos los dio como vocalista de Mensajeros Reggae.

En 2005 grabó su primer trabajo como solista, "Jah Guía". Una de sus canciones, "Inspiración", se convirtió en un hitazo. Lo convocaron de Los Cafres, y acompañó a la banda en el Estadio Obras y en el Luna Park.

Su timbre, tan reposado y tranquilo, lo hizo ganar adeptos por todo el país.

En 2006 aportó su voz junto a Guillermo Bonetto en la canción "Tan lejos de mí", grabada por Maria Mulata. También participó de la primera edición del clásico festival Bob Marley, la misma noche que The Peter Tosh Band y The Wailers.

De a poco se fue ganando su lugar en el panorama del reggae latinoamericano. Sus letras, sencillas, directas y pacíficas, hablan de amor, no solo del de una pareja, sino el de un hombre o mujer por la madre tierra que los vio nacer, de la bondad inherente en los seres, del cómo no se puede huir del yo sin enfrentarlo para dominar el ego.

Esa postura es la que también defiende en su vida cotidiana. Tiene muy poco de divo y mucho de músico en construcción, siempre con los oídos y el corazón listos para aprender y compartir. Escuchar sus canciones es ponerse en eje, respirar, encontrar un lugar de reposo.

En esta ocasión, la noche de la Trastienda lo tendrá como protagonista de un show muy íntimo, con versiones escogidas de los mejores temas de su carrera, que ya cumplió una década. También habrá canciones nuevas.

Lo recomendamos más allá de este espectáculo. Vale la pena escucharlo con atención y extraer de sus simples melodías la raíz de la paz.

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