James Zabiela

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El Pulpo se presenta en la ciudad para brindarnos un poco de su magia.

Agosto se viene con un fechón para los amantes de la música electrónica: James Zabiela viene a romper la cabina de Crobar.

James se dedica al mundo de los sonidos desde muy pequeño. Su papá trabajaba en una disquería y se llevaba a casa los mejores simples de house y techno. James se los devoraba, con los oídos bien abiertos. De adolescente, ya realizaba sus primeras mezclas y las hacía sonar en la escuela, donde consiguió su primer grupo de fans.

Su estilo primitivo era una fusión de breakbeat y housemusic.

La época de experimentación y aprendizaje se expandió cuando entró a trabajar en la misma casa de discos de su padre. Los parlantes del negocio dieron a conocer su música y le trajeron productores casi enseguida. James pasó de acomodar vinilos en los estantes a tocar en clubes locales como Ménage à Trois y fue llevado por Paul Oakenfold en tres ocasiones al Club Ikon en Southampton.

Todo pintaba más que bien, pero el muchacho quería conseguir sus propios laureles. Por eso se anotó en la competencia Bedroom Bedlam de Muzik Magazines, muy prestigiosa y conocida en el Reino Unido. Y la ganó.

Allí empezó el verdadero reconocimiento de sus pares. Formó parte de muchos eventos, conociendo gente del palo y distribuyendo sus trabajos, cuya bondad se propaló como la pólvora.

Sasha lo convocó para Excession, y se le franquearon las cabinas de los mejores clubes europeos.

Del house más cabal fue pasando por diferentes etapas, pero hoy se lo considera abanderado del tech house, aunque su corazoncito sigue latiendo al ritmo del breakbeat, recurso del que echa mano en los momentos culminantes de sus mezclas, para alegría de todos los que lo queremos.

James es maestro de los loops y los efectos. Maneja las bandejas a cuatro manos, haciendo delirar a sus fans. Ir a verlo es pasar una noche a todo tren, con diversión garantizada.

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