Música popular


 Boris Club

 

Gorriti 5568. Miércoles 17 a las 21:30. 


La Korda

Por: Lucas Petersen

El dúo de Matías Chapiro y Víctor Renaudeau repone sus refrescantes versiones instrumentales de algunos clásicos de la música de acá y de allá. 


La lista de temas podía ser una catástrofe en manos menos talentosas: Nieblas del Riachuelo, Michelle, Barro tal vez, Cheek to Cheek, Rubias de New York y clásicos por el estilo (más alguna cosita menos conocida, claro). Para colmo, en violín y piano. Tranquilamente, podía ser una mala banda de sonido de esa película independiente que a veces parece la vida. Dramatismo de cartón, alegría esquemática.

Lo increíble es que ocurrió todo lo contrario. La escucha de Coquette (2013), el hasta ahora único disco del dúo La Korda, fue un tránsito acelerado del temor a la sorpresa y finalmente al regocijo. Lo que hacen Matías Chapiro y Víctor Renaudeau con un tema tan manoseado como Chiquilín de Bachín es directamente milagroso. Si alguien (como quien firma esto, digamos), pensaba que poco novedoso había para decir a partir de esa composición, debería darse una vuelta por esa versión.Poco hay más increíble que experimentar cosas totalmente diferentes con aquellos temas que conocemos todos.

Chapiro y Renaudeau son dos instrumentistas que pendulan entre la música académica y la popular sin que las destrezas que adquieren en cada ambiente se transformen en un lastre en el otro. La técnica no es un pasaje al virtuosismo berreta ni el carácter popular un pasaporte al sentimentalismo barato. Hay que oír de qué forma regulan la emoción y la ligereza sin ser banales, como pasa en temas como el del… ¡Inspector Gadget!

A veces, Alejandro Dolina bromea (no mucho) con que “la gente no escucha música, escucha letras”, en relación a cómo el oído medio contemporáneo se incomoda ante la falta de cantantes. Difícil imaginar en la escena porteña una mejor opción para empezar a escuchar “música” que La Korda.

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