Los espantados del Tucumán

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En el Congreso de San Miguel, los meses pasan y los diputados no se ponen de acuerdo.

Con prosa sencilla y un interés genuino por contar, esta novela de ficción histórica describe las peripecias, imaginadas o no, de un país que sigue buscando cómo ser independiente.

La ficción histórica es un tema complejo. Más aún si está dedicada a los niños.  Muchas veces, los autores tropiezan con la imposición de educar a sus jóvenes lectores, de imponerles conocimientos.

Este no es el caso de Los espantados del Tucumán. El libro tiene la virtud de divertir desde la primera página y de introducir al 1816 a chicos y grandes sin intentar la torpeza de aleccionar a nadie.

Está escrito por Laura Ávila, guionista y novelista especializada en ficción histórica.

Narra la historia de Trinidad, una niña negra que trabaja en la casa de Francisca Bazán, un niño blanco, Laureano, que está enamorado de una chica mayor que no le da ni la hora, y un personaje salido de una Salamanca que encanta la Casa del Congreso y a sus sufridos diputados.

Además de contar una historia de amor, reflexiona acerca de la identidad de lo que hoy es el país, de las diferentes clases sociales, de la vida cotidiana de antaño, del interior en conflicto con Buenos Aires y de los afroargentinos  como parte preponderante de la gestación de nuestro ser nacional.

Vale para niños y para adultos. Fue editado por Ana Lucía Salgado. Y tiene el plus de los maravillosos dibujos de Gerardo Baró.

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