Medea

Por: Walter Bergonzi

Un hallazgo. En uno de los emblemáticos espacios de nuestro teatro independiente, se encuentra esta joya que emana la luz del arte.

Difícil para un director es encarar una tragedia, sobre todo de Eurípides, quien ha dejado materiales maravillosos donde relata leyendas y eventos de la mitología, donde aborda los despojos de las crueldades de la guerra. Conseguir poner en boca de un actor esos textos diseñados para semidioses es una tarea muy complicada. Al igual que aggiornar esos materiales sin que pierdan el sentido que Eurípides les dio y sobre todo, conseguir escenificar las tremendas situaciones y escenas centrales que posee el texto.

En un despojado escenario, la actriz, dramaturga y directora Cecilia Meijide lleva con éxito la tarea de puesta en escena de esta, una de las piezas más esquivas de la historia del teatro, debido a los climas que se deben lograr en pasajes tan cruentos como despiadados, para que cobren veracidad.

Con una adaptación de su protagonista Irina Alonso se cuenta con mucha claridad esta historia en la que Jasón, compuesto por Diego López Domínguez despierta la ira de Medea, la mujer que será símbolo del más aberrante de los hechos que una fémina puede realizar, al deshonrarla intentando casarse con Glauce, hija de Creonte, compuesto por Pedro Risi.

La composición de Alonso merece una especial mención, una Medea sufriente y despiadada que logra el clima necesario nada menos que para inducir a los crímenes mas repudiados por la humanidad, acompañada por Yanina Gruden (Ylenia) y Guillermina Etkin (Gret) quienes representan al tradicional coro de mujeres.

Luego de la exitosa presentación por varias temporadas de Cactus y orquídeas, Cecilia Meijide nos brinda esta propuesta, imperdible por donde se la mire. 

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