Slowdive

Por: Juan José Méndez

Referentes de un género innovador, se presentan ´por primera vez en Argentina.

El término shoegaze fue gestado por la prensa británica a fines de los 80 para catalogar a aquellas bandas cuyos guitarristas de flequillos pronunciados se “miraban los zapatos” en vez de enfocarse en su público. La razón principal de este comportamiento era que su música -llena de capas, efectos y distorsiones- requería una concentración especial en el piso, junto a los pedales.

Demasiado cerca histórica y geográficamente del pop mainstream de Oasis y Blur como para posicionarse en el centro de la escena, el shoegaze es uno de los géneros de mayor influencia en el mundo (desde The Smashing Pumpkins a Radiohead y desde Soda Stereo hasta El Mató a Un Policía Motorizado). Sus ideas disruptivas, como el uso de la voz detrás de los instrumentos y los cruces vocales andróginos, inclinan simbólicamente la hegemonía del cantante de rock.

Slowdive, fundada en 1989 por Neil Halstead y Rachel Goswell, es una de las agrupaciones pioneras del género junto a los ingleses Ride y los irlandeses My Bloody Valentine. Tras cientos de poderosas presentaciones y tres discos impecables -Just For a Day, Souvlaki y Pygmalion- sus miembros fundadores deciden disolver la banda en 1995 para formar Mojave 3, orientada a otros géneros como el dream pop y el folk.

En 2014, tras casi 20 años de ausencia, Slowdive vuelve a tocar en vivo y decide visitar el estudio una vez más. Este año, con la excusa de presentar su cuarto álbum en todo el mundo (editado hace menos de un mes), Halstead, Goswell y compañía debutan en Sudamérica como una banda histórica pero fresca, abanderada de un género innovador que sigue en constante evolución. Habrá que estar ahí para escucharla.

 

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