Club Americano de Buenos Aires

Por: Luis Enrique Medina

El placer de almorzar en un lugar con la suntuosidad que otorga el tradicional Club del centro porteño es una recomendación que no debe dejarse pasar por varias razones.

En los mediodías en que la ciudad arde de tránsito y urgencias, recomiendo subirse al ascensor de Viamonte 1133, apretar el botón que indica 10 y dejarse llevar a uno de los sitios más interesantes de la magnópolis para poder compartir un almuerzo con amigos, hablar de negocios o cualquier oportunidad que se presente, que será ideal para experimentar este placer.

El sitio posee amplios salones luminosos y al final del salón principal, a modo de altar, se encuentra la clásica y completa barra de los clubes de esta categoría, donde se pueden degustar los más variados tragos hechos por expertos.

Mi favorito en este lugar es el Coloradito, suelo llegar con tiempo para esperar a mis invitados degustando el trago. Los que van llegando temprano se suman a esta ceremonia. Mi preferencia es situarme en las mesas que dan a los amplios ventanales hacia Viamonte, desde los cuales se puede disfrutar de una vista inmejorable del edificio más emblemático de nuestra cultura: el Colón. Se lo ve magnánimo, como desde un palco preferencial, al igual que la renovada avenida 9 de julio o la plaza de Tribunales. La vista de Buenos Aires desde el Americano es una postal que se disfruta al igual que sus platos.

La carta posee una extensa variedad de carnes, pastas, pescados y mariscos. Todo es de gran calidad y de una frescura realmente especial, pero la verdadera estrella son sus precios. Se sorprenderá al ver lo económica que es esta carta, una entrada de Gazpacho $18, Bife de chorizo $50, Pollo deshuesado $35, Trucha patagónica a la manteca negra con alcaparras y guarnición de verduras $57, las pastas oscilan entre los $25 y los $45, las guarniciones entre $10 y $15 o los postres van desde los $18 a $25. Estos precios mejoran ampliamente la recomendación.

La atención es otro de los puntos altos del lugar, la cordialidad de su personal hace que el lugar se presente como un sitio de buen gusto, mas allá de su historia enmarcada en la clase social más tradicional de la ciudad. Agende la dirección y el teléfono para reservar un momento de placer inolvidable. 

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