Teatral


 

 

Al escenario

Por: Inés Molina

Saliendo un poco del centro se pueden encontrar barcitos lindos para visitar con amigos o con amores. Al escenario es uno de ellos.


Saliendo un poco del centro se pueden encontrar barcitos lindos para visitar con amigos o con amores. Al escenario es uno de ellos.

 

El barrio de La Boca tiene rincones escondidos y encantadores. Es el caso de los alrededores de la Plaza Matheu, en donde aparece este pequeño complejo teatral llamado Al escenario.

Al ingresar se tiene la inmediata sensación de estar entrando a un teatro.

Todo lo que rodea el espacio –maderas, cuerdas, telones pintados- sugiere un decorado gigantesco. Hay un entrepiso con lucecitas de puerto, amplias mesas rústicas y un infaltable espíritu itinerante, casi de viejo marinero, flotando en el aire. Paco, el productor del emprendimiento, creció en Marruecos, estudió en Londres, vivió en París y Barcelona hasta afincarse en Buenos Aires. Quizás de ahí provenga este espíritu trashumante que trato de describir.

Lo bueno es que entre las mesas brotan los espectáculos que ofrecen en el lugar. Sin proscenio de por medio se pueden ver magníficas producciones de teatro, espectáculos musicales y performances. Hay un intencionado cruce de diversas disciplinas en su cartelera: Sophia, artista plástica de nacionalidad francesa, trabaja como directora artística integrando el arte plástico con la puesta en escena.

Pero vamos a nuestra recomendación: luego de la función, el sitio se convierte en un original bar de tragos. Se puede picar algo rico mientras se bebe un vaso de vino. Hay aceptables propuestas de la casa y trabajan con bodegas clásicas como Catena Zapata, pero lo interesante es que ofrecen los vinos por región: Mendoza, por supuesto, pero también Neuquén y Salta, aparecen en la carta.

Nosotras pedimos tragos: los preparan artesanalmente y no tienen malos precios: recomiendo el Lemon drop (vodka, limoncello y limón) para un estado de ánimo optimista y bucanero, o el Mosha Hopper (crema de chocolate blanco, vodka, Tía María) si se quiere mitigar alguna pena.

No todo es alcohol en este mundo: también se puede cenar algo sustancioso y bien hecho. Recomendamos los sándwiches, que vienen en el tamaño justo –ni gigantes ni pequeños- para acompañar. Nuestro favorito es el García Márquez: jamón crudo, queso azul, pera, rúcula y tomate envuelto en pan de baguette caliente. Delicioso.

Los alrededores son tranquilos, el ruido de los autos se diluye y es bueno estar compartiendo mesa con alguien cómplice o querido. Hay buena música, muchas veces en vivo, y la atención es muy cálida. ¿Qué más se puede pedir para el mes de septiembre?

 

Lamadrid 1001, esquina Irala. Tel. 4303-3346. www.alescenario.com.ar

Para los espectáculos, conviene reservar la entrada.

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