Par de pájaros, el regreso

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Divertida comedia, que en cada función brinda un espectáculo único e inolvidable.

 

Los talentosos Gabriel Páez y Charly Arzulian son los encargados de crear y darle vida, con su actuación y canto, a esta hilarante pieza de arte. Ambos interpretan a dos aclamados músicos retirados que vuelven a escena después de varios años, para alegrar al público con sus exitosas canciones.

Nos regalan un espectáculo inteligente, que utiliza el arte genuino y espontáneo de la improvisación. De esta manera le otorgan un dinamismo único a la obra, haciendo que cada función sea diferente, y por qué no, mejor a la anterior.

El público se ve atrapado con gran facilidad desde el primer momento, ya que desde que se prenden las luces pasan a ser no solo testigos sino cómplices de la obra. Las risas, muchas veces contagiosas, se escuchan por todos los rincones de la sala y no paran hasta que se apaga la luz.

La puesta presenta un escenario despojado y librado a la creatividad de los actores. Al mismo tiempo, el grupo cuenta con múltiples recursos adicionales como los grandes músicos que lo acompañan y la participación del público presente.

La musicalización y efectos de sonido están a cargo de una emotiva orquesta en vivo, compuesta por Guido Briscioli en la guitarra, Federico Palmolella en el contrabajo y Juan Manuel Antista a cargo de la percusión. Juntos crean las melodías que van marcando el ritmo de las canciones a lo largo de la muestra.

La iluminación se adapta y acompaña cada escena a la perfección. El juego de luces junto con las dulces melodías, logran trasladar al espectador a diferentes lugares en cuestión de segundos.

A través de la comedia, Páez y Arzulian crean una enorme y genuina conexión entre el escenario y la audiencia. Hay que destacar que esta pieza destila humor constantemente con intérpretes que no solo actúan, sino que se divierten al máximo con cada escena y contagian al público, apropiándose de él.

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