Laboratorio


 

 

El mal recibido

Por: María Guadalupe Cuenca

¿Cómo sabemos lo que está pasando? ¿Cuál es el modo correcto de interpretar una realidad? ¿De qué forma se intercala el tiempo y el espacio en nuestra percepción? Esta obra trata de escenificar estos interrogantes, mientras ofrece albondiguitas y vino de cartón a los presentes.


¿Cómo sabemos lo que está pasando? ¿Cuál es el modo correcto de interpretar una realidad? ¿De qué forma se intercala el tiempo y el espacio en nuestra percepción? Esta obra trata de escenificar estos interrogantes, mientras ofrece albondiguitas y vino de cartón a los presentes.

 

El mal recibido tiene rollos. Historias cruzadas. Un femicidio encubierto, un hombre que se dio a la fuga, otro que se hizo pastor y recuerda con culpa que en la niñez trató de matar a su abuela mientras dormía la siesta, un muchacho que tiene la madre enferma y el padre que dirige una fábrica de amianto.

Son ramalazos de información que se pierden en el aire. Que se recuperan a través de ráfagas de palabras. Esas palabras pueden brotar de cualquier parte: de un parlamento de televisión, de la lectura de un diario, de una frase oída al azar.

La interesante dramaturgia de Ignacio Apolo –también director de la obra- y la búsqueda de su grupo Rosa Mística, hacen hincapié en la causalidad del conocimiento, en su transmisión a través de la palabra, en cómo, apoyándose en retazos simultáneos de discurso, se puede construir un sentido, y por ende, una historia que termina contándose.

Sus actores se mueven en un escenario casi sin puesta, confundidos en el fondo figura de un espacio de centro cultural, interactuando con los espectadores. Una TV encendida reproduce sus gestos a destiempo. Y con un ritmo vertiginoso, que tiene muchos momentos coreografiados, logran el milagro de trasmitir un discurso, un sentimiento, muchas ganas de reírse y de pensar. Así desfilan los temas de la obra –el desamor, la infancia, el autoritarismo, la violencia de género- y se volatilizan mágicamente, dejando un rastro de humor un poco cínico, muy eficaz.

El elenco está compuesto por Lucas Barca, Alejandro Dufau, Mario Jursza y Martina Viglietti. El propio Apolo aparece apuntando indicaciones, libreto en mano, generando una capa más de la cebolla de esa realidad compleja, que sin embargo termina armándose e impactando con fuerza.

 

Machado Teatro. Antonio Machado 617. Tel: 4982-4922. Jueves a las 21.

www.alternativateatral.com/obra27387-el-mal-recibido

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