La Parka

Por: Miguel Granado

Soy apasionado defensor de los artistas de Buenos Aires: esos chicos y chicas que viven corriendo de un lado a otro de esta ciudad para ir a tomar una clase, para asistir a un taller, aprender en un workshop.

Soy apasionado defensor de los artistas de Buenos Aires: esos chicos y chicas que viven corriendo de un lado a otro de esta ciudad para ir a tomar una clase, para asistir a un taller, aprender en un workshop... algo que les de una herramienta más a la hora de subirse a un escenario: canto, baile, actuación... Esos seres de columna erguida, incansables trabajadores en pos de afilar cada vez más la sensibilidad, eternos soñadores que producen sus sueños. Un ejemplo de ellos es este grupo de talentos que soñaron lo que hoy es un éxito, La Parka. Comenzaron muy profesionalmente el año pasado en el teatro El cubo, un elenco muy numeroso para ser off... Nada los detuvo, poco a poco merecieron la atención, primero de los seguidores del género, luego del público masivo: llenaban todas las funciones y terminaron con tres premios Hugo.

Este año el Teatro Tabarís los convocó y estrenaron en ese mítico espacio de Corrientes que hoy alberga una gran cantidad de espectáculos de calidad. No me gusta contar la historia ni adelantar que el dentista es el asesino. Lo que si diré es que la estructura dramática es muy sólida y el mensaje es inmejorable. Ustedes sabrán qué hacer con su propio momento de irse al más allá, ya no les asustará. Es más, pensarán que los encontrará como anfitriones: la muerte ya no será un conflicto, ¡qué va!... será divertido. Si encuentro esa música y esas voces del otro lado... me quedo tranquilo. Si los nombro a todos, me quedo sin papel; si lo hago con algunos es injusto, porque La Parka es una masa homogénea de talentos nuevos, de artistas que brotan de este asfalto y que luego nos dejan bien parados, vayan donde vayan. Y ni que hablar de la ficha técnica, ¡son mil! Vayan a verlos y honren una salida sin clavarse porque no les gustó; disfruten la cena posterior comentando lo que vieron.

Porque parte de la salida es, después, ir a comer... hasta morir.

 

Ale Granado

 

Teatro El Picadero. Pje Santos Discepolo 1857. Lunes a las 20:30.

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