Drama


 

 

Warnes

Por: Norma Raimondo

Martín Urruty nos acerca su mundo de hombres que tratan de componer cosas. Auto partes, motores, fragmentos de un pasado que hermana pero que también duele.


Martín Urruty nos acerca su mundo de hombres que tratan de componer cosas. Auto partes, motores, fragmentos de un pasado que hermana pero que también duele.

 

Clausen se está por morir. Es un profesor jubilado que enseñaba en el industrial. Aparece de improviso en el taller mecánico buscando al Loro, al Vikingo y al Bocha para que le apuntalen un motor. Su idea es ponerlo fuera de borda para tirarse por las cataratas del Iguazú.

Con este disparador  arranca Warnes, la obra escrita y dirigida por Martín Urruty. Sus tres personajes se conocen desde chicos. Eran alumnos de Clausen, y bajo su protección dieron los primeros pasos en la adultez.

La dramaturgia, de registro costumbrista con insólitos momentos delirados, contiene un interesante reservorio de gestualidades masculinas. Aquí se trabaja la expresión de la complicidad, de cómo se forja una suerte de compañerismo del infortunio.

Warnes ofrece, además, un excelente trabajo de dirección de actores. Mariano Agnone, Mariano Clemente, Fabricio Rotella y Leonardo Volpedo componen a los tres compañeros y a Ayrton, un joven discípulo de Clausen. Adrián Verdaguer y Juan Pascarelli se alternan para darle vida al inefable viejo, con registros que provocan desde la ternura más áspera hasta el desprecio sin escalas, en una interesante búsqueda.

La puesta tiene el recurso envolvente de situar el foro del lado del público. La escenografía y el vestuario encierran el hallazgo de unas máscaras de animales, que a pesar de su cuerpo de peluche tienen algo de presa cazada.

Son peligrosamente reales, una taxidermia de cotillón a tono con la fiesta del reencuentro, un festejo que nunca va a ser feliz del todo.

En Warnes conviven muchos temas. La muerte, las trazas de un abuso, el amor, el dolor encubierto, el tiempo que pasa sin darnos tiempo a crecer del todo, la certeza sorda de que martillando se van las penas. Logra describir a unos hombres que están parados en el medio de la vida, con sus virilidades violentadas, o al menos, todavía en construcción.

 

Norma Raimondo

 

Teatro El Extranjero. Valentín Gómez 3378. Tel: 4862-7400. Martes a las 21.  Últimas funciones.

www.alternativateatral.com/obra29814-warnes

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