Beatcore


 

 

Los Brujos

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Se terminó la espera: despertá, Cronopio, que Los Brujos piensan en volver. 


Se terminó la espera: despertá, Cronopio, que Los Brujos piensan en volver. 

 

Corrían los primeros noventa y verlos tocar en Cemento era la experiencia más alucinógena y divertida del mundo. Sus trajes de bolsa -cosidos entre ellos como siameses imposibles-, sus peinados frikeados, sus disfraces de esqueleto y esa energía hiperquinética, de juego de niño loco, que tenían sus canciones, los convertían en un espectáculo insuperable.

Afuera estaba la convertibilidad, el desguace de un país que se entregaba impunemente. Pero Los Brujos conjuraban el mal; eran un grito de rebeldía y de alegría salvaje, defendida a muerte por todos sus fans.

Cómo olvidar el show de Nirvana en Vélez, donde Los Brujos salieron de teloneros. Recuerdo cómo se quedaron con aquel recital, mojándole la oreja a un Kurt Cobain que no tuvo un buen día (estaba de mal humor, no quiso cantar su hit ante un público que lo amaba) pero que, ni lerdo ni perezoso, les robó unos riffs buenísimos de Kaniskha, el imparable temón de su disco debut Fin de semana salvaje (1991).

Ellos, junto a Peligrosos gorriones, Actitud María Marta, Fun People y los IKV, fueron la banda sonora de la vida de muchos adolescentes. Su desparpajo a la hora de combinar estilos (Los Brujos tienen mucho de hardcore, pero también melodías beat, temas pogueros, picantes y eléctricos) y la particular voz de su líder, un poco aniñada y atrevida, los convirtieron en una agrupación con un sonido nuevo, compacto y potente.

Además de romper moldes con la estética musical del viejo rock, también fueron pioneros en tener un abordaje, un tema multidisciplinario para la puesta en escena de sus espectáculos: muñecos, diseños innovadores en la ropa y los accesorios, materiales novedosos, un espacio para el mosh de sus seguidores y una serie de apodos para los músicos (que fueron variando a lo largo de sus tres producciones).

San Cipriano (1993) y Guerra de nervios (1995) fueron sus otros discos de fin de siglo. Este mes de octubre, después de un milenio de espera, presentan Despierta Cronopio (2014), su nuevo álbum. El BUE los saluda y les desea el mejor de los regresos.

 

Abby Sunday

 

Teatro Vórterix. Av. Federico Lacroze 3455.

Sábado 1° de noviembre.

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