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Estrenos argentinos

La Salada

Por: María Guadalupe Cuenca

Se estrena la esperada y multipremiada opera prima de Juan Martín Hsu.

Juan Martín Hsu nació en Buenos Aires, pero su familia es de Taiwán. Quizás por eso su largo tenga que ver con la idea de la inmigración y de cómo vemos al otro justo en ese proceso loco en donde se convierte en uno más de nosotros.

Creo que para hablar de esto en una película, lo primero que hay que hacer es no ser políticamente correcto. Hsu supera ese escollo contando en un registro casi documental las peripecias de tres grupos de personas que viven en torno a la feria de La Salada: un padre coreano y su hija que va a casarse pronto, un taiwanés muy solo que quiere una novia y corteja muy torpemente a una chica de seguridad, y un chico boliviano que viene buscando trabajo.

Esas tres historias se entrelazan temáticamente, sin tocarse apenas, creando un bello y romántico mosaico en donde las fronteras se disuelven.

El director logra una excelente dirección de actores, donde extrae lo mejor de cada uno de sus dirigidos. Conmueve especialmente la labor de Ignacio Huang, haciendo del solitario taiwanés que trucha CDs. Se  complementa muy bien con Paloma Contreras, que compone a la descreída chica de vigilancia, aquella a la que el amor parece haber dejado atrás.

Huang fue el coprotagonista de Darín en Un cuento chino, pero en esta participación demuestra que tiene mucho más para dar.

Otro que se destaca es Chang Sun Kim como el señor Kim, ese nostálgico coreano que recuerda su tierra lejana a través del trabajo duro y del karaoke.

El elenco se completa con  Yunseon Kim, Nicolás Mateo, Mimí Ardú (hermosa y tierna en su pequeño papel), el carismático Limbert Ticona, Lizeth Villaroel y

Percy Jiménez.

La Salada tiene un plus, que es la captación del registro hablante de todas esas voces y esos idiomas que no son el porteño básico pero que existen en nuestro país. Es más, la película hace existir a un montón de gente que desmiente con sus vidas el mito de que acá somos todos blancos, europeos y esclarecidos. La escena del baile, en donde se habla en quechua, por ejemplo, es muy buena, llega directo al corazón.

Con esos pequeños detalles Juan Martín Hsu cuenta historias de desarraigo y de semillas que se van plantando para vivir una vida un poco más digna, sin perder la alegría a pesar de las fronteras y otras mentiras que nos han vendido.

Estreno en Buenos Aires: 11 de junio.