Club de Palermo

Por: Joaquín Heredia

La fuerza de la tradición contrasta fuertemente con los cambios que experimentó una de las zonas más activas de la ciudad. Una tradición que subsiste y que es elegida también por su calidad y buen precio. 

Enclavado en el centro de la escena palermitana se encuentra este antiguo y tradicional club de barrio que en diversos aspectos, marca la diferencia del estilo gastronómico que lo rodea al sostener características de tradición. Aquí se respira el ambiente familiar y de grupos de amigos que se reúnen en amplias mesas del  extenso salón, circulan gran cantidad de simpáticos mozos con abultadas bandejas con variedades de platos que han conformado lo que se dio en llamar la cocina porteña. Típicas entradas como rabas, lengua a la vinagreta, charolas con jamón crudo y rusa, chambota a la napolitana, salpicón de ave, croquetas de acelga se deslizan entre las históricas camisetas de futbol que a modo de trofeo acunan las paredes de lugar en medio de fotos de los mozos y dueños con emblemas de nuestros deportes y en especial del fútbol. La extensa carta invita a tentarse con diversa variedad de pastas rellenas y no para acompañar con una interminable lista de salsas, mis preferidas son los Fussili al cartucho o los Ravioles a la boloñesa. Las variedades que componen la parrilla se encuentran exhibidos en la sección carnes, con diversos cortes para porciones individuales o grupales, también están los platos de carne guisada, las tradicionales costillitas de cerdo a la riojana o Matambrito al verdeo. Aquí nuestro bife de chorizo argentino pesa entre 550 a 600 gramos y al igual que la mayoría de los platos se puede compartir.

De esta zona de la carta mis preferidos son el bife de lomo a la pimienta con papas a la crema o la milanesa a la napolitana con papas fritas, cada uno tiene sus preferencias pero aquí todo es muy bueno. Siempre que voy elijo el sabayón con nueces, es mi postre preferido, los mejores sitios donde lo hacen es en El imparcial de Irigoyen y Salta o aquí. Además hay una larga lista donde los zapallos en almíbar o el postre Tiramisú dialogan con los famosos panqueques a la italiana que se hacen históricamente allí.

El lugar data de la segunda década el siglo IXX y forma parte del mítico Club de Palermo, semillero de ídolos de nuestro fútbol. De sus inferiores salió el Pipita Higuaín, como lo data en sus retratos en las paredes de este templo gastronómico.