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Restaurante y tragos

Portezuelo

Por: Álvaro Suarez Onzué

Desde hace décadas es invariablemente un lugar de encuentro para gente muy particular, que lo elige por su calidad y su onda. La constante superación de quienes lo dirigen lo han convertido en un clásico premium.

Recuerdo, a fines de los 80, tener que pasar imperiosamente por Portezuelo antes de salir a bailar, antes de ir al cine o lo que fuera. La pasada por el lugar era una cita ineludible. Ahí estaba la movida de todo en aquellos años en que la ciudad brillaba con el Parakultural, Ave Porco, Halley, Freedom y tantos otros espacios que fueron bandera de esa década.

Aparecieron los 90 y se llenó de lugares donde la música techno reinaba y Portezuelo se hacía cada vez más de culto.

Para mediados de la década del 2000 la ciudad había experimentado una transformación más que importante, el nodo Palermo se mostraba como el epicentro de la movida, que competia en algún sentido con La Cañitas.

El Konex se presentaba como el nuevo pulsar cultural. Sin embargo, la mejor barra que existía y por donde pasaba lo mejor, era Portezuelo.

En este momento es un lugar imbatible, para todos los gustos. Su premiada y elegida barra es un punto de encuentro para personas que desean conocerse o quienes desean encontrar alguien interesante, están las mesas con luz tenue para quienes ya lo encontraron, las mesas de afuera y las del lateral del salón de abajo para grupos de amigos que nunca faltan y arriba el amplio salón para encuentros masivos, viernes y sábado está arengado por DJs de renombre que le ponen mucho ritmo sin enloquecer al habitué.

Desde épocas remotas, su barra es fue y será la estrella del lugar, con infinidad de bebidas, gran variedad de etiquetas de los más diversos puntos cardinales que los dueños fueron trayendo de sus viajes por el mundo para incorporar cada vez mejores propuestas.

Con una carta de tragos con más de ochenta recetas es líder en ese métier y es elegido por muchos conocedores como el lugar donde mejor se preparan, creaciones que son realizadas por el bartender Francisco Cameroni.

Siempre estaba el delicioso tapeo que proponía la casa, pero desde hace algún tiempo han tenido la brillante idea de incorporar al chef mediterráneo, ex Oviedo, David Ribulgo quien ha confeccionado una carta con mucha cercanía a la identidad de Portezuelo. Recomiendo sobre todo las presentaciones de platos fusión como es el caso del queso Camembert cubierto con cenizas de cebolla con mayonesa de hongos Portobello o las excéntricas combinaciones de rolls de sushi, haciendo honor a  la función que cumple el tradicional plato oriental. En carnes les recomiendo los medallones de lomo acompañados con queso especiado al hierro, portobellos y hojas verde con criolla. En materia de postres es de recomendar un mix de gustos para tener un panorama de las diversas exquisiteces que proponen.

Creo que es uno de los lugares claves. Han pasado infinidad de sitios en la ciudad, marcando estilos de movidas, pero Portezuelo sigue siendo un sitio de vanguardia por donde sucede todo y está todo lo que necesitás para vivir una noche genial. 

Vicente López 2160. Domingos, lunes, martes y miércoles de 18 a 4. Viernes y sábados de 18 a 5. Happy Hour todos los días de 18 a 21. Cocina: abierta todos los días hasta las 3 AM.