Luca Giordano en el MNBA

Por: Marta Cotty

El Museo Nacional de Bellas Artes adquirió un dibujo realizado por Luca Giordano.

La casa Sotheby's de Nueva York subastó un lote de obras de arte, a principios de enero. Nuestro Museo Nacional de Bellas Artes adquirió un dibujo de Luca Giordano (Italia, 1634-1705), uno de los máximos exponentes del barroco.

Se trata de Isaac bendiciendo a su hijo Jacob, un estudio en tiza roja sobre papel tonalizado de rojo, que posiblemente haya sido un boceto o ensayo de la famosa pintura Presentación de Jacob a Isaac, también de Giordano, que forma parte del acervo del Bellas Artes.

Luca Giordano fue un pintor fecundo. En su casa aprendió el oficio desde muy niño, porque su propio padre tenía un modesto taller.

De adolescente, Luca viajó a Nápoles y fue admitido como discípulo de José de Ribera. Con su maestro aprendió desde un lugar de trabajo empírico más que desde el estudio formal de la técnica. Su gran poder de observación, unido a su talento y a los viajes que realizó con Ribera a través de ciudades europeas,  le otorgó una gran versatilidad.

Sus temas preferidos fueron los bíblicos, los mitológicos  y los históricos.

Como todos los artistas de su época, Giordano planificaba sus obras con dibujos.

A través de esos trazos preliminares delineaba y preparaba la composición que luego plasmaría en el lienzo.

Este parece ser el caso de la adquisición reciente del Museo: en este esbozo se puede ver la mano del maestro, el trabajo que realizaba con las sombras y la dedicación con que ubicaba a los personajes dentro del cuadro.

El dibujo guarda una gran correspondencia con la pintura del mismo autor que se exhibe en el MNBA.

Es muy recomendable la experiencia de comparar ambos trabajos: parecen iguales, pero hay ligeras variaciones, hijas de la inspiración, como los rasgos delicados de Jacob, que surgieron recién en la elaboración al óleo, o la deliberada búsqueda de la enjutez del viejo Isaac que puede verse en la versión final.

Muchos han criticado al maestro Giordano por considerarlo un mercader, imitador de estilos antes que creador. Pero la Historia del Arte le devolvió su lugar cuando, en una revisión del período barroco, fue redescubierto como un artista original, prolífico, influente en grandes pintores, como Francisco de Goya.