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Unipersonal

Otra vez sopa

Por: Lucía Fontana

El tiempo pasa, nos ponemos viejos, pero no perdemos las mañas. El rancio encanto de ser argentinos, historiado por Enrique Pinti.

Pinti siempre está. Salsa criolla, El infierno del Pinti y otras puestas semejantes, consagraron a este estupendo actor, monologuista, humorista, autor de sus propios textos, como un lúcido referente a la hora de contar la realidad nacional.

Hay algo tragicómico en nuestra historia. A fuerza de repeticiones infaustas, todo lo que pasa nos parece un mal chiste, una triste parodia de lo que ya sucedió.

La virtud de Pinti es transformar esa verdad amarga en humor del bueno.

A lo largo de una hora y media, con una memoria impecable (no olvidemos que tiene 77 años), el maestro nos prodiga un monólogo repleto de sabiduría popular, autocrítica feroz, ironía afilada y divertida franqueza.

El impacto de sus palabras entre el público es asombroso. Él, que no se casa con ninguna orientación política, tira tortazos contra los gobiernos pasados, presentes y futuros, haciendo hincapié en lo que merece recordarse, mezclando todo el discurso con recuerdos familiares hilarantes y sin embargo entrañables. No todo tiempo pasado fue mejor, parece decirnos. Ni todas las ideologías resisten el paso de los años.

La gente, que al principio se siente quizás tocada, de a poco se afloja, entra lentamente en su código y se divierte toda junta, más allá de las banderías.

Lo ridículo de los enfrentamientos, desde unitarios y federales hasta nuestros días, la decadencia de la educación y la incertidumbre hacia el futuro son variables constantes, tradicionales casi en nuestro devenir histórico.

En Otra vez sopa, Pinti se encarga de observar esas conductas, sin dramatismos vanos, siempre buscándole el costado gracioso. Hay que ser un auténtico artista.

En el medio hay canciones, reversiones de clásicos ya cantados que hoy mantienen una asombrosa vigencia.

Y el aplauso del final, brindado con amor por sus seguidores, manifiesta que él mismo es un prócer, un divertido, inteligente prócer de las tablas.

Teatro Liceo

Teatro Liceo. Av. Rivadavia 1495. Miércoles a sábados a las 20. Sábados, segunda función a las 22. Domingos a las 20.