Doble o nada

Por: Oscar Damico

Uno de nuestros monstuos sagrados en un duelo imperdible con Paula Cancio, marca este espectáculo como uno de los más destacados de la cartelera de esta bendita ciudad. Un mensaje actual e inteligente. 

La ciudad se viste de gala para recibir esta nueva entrega de uno de los máximos actores que ha dado este suelo.

A pesar de sus compromisos en España, Solá siempre ha tenido la delicadeza de acercarnos algunos de sus trabajos, de los cuales podemos mencionar recientemente El diario de Adán y Eva, El veneno del teatro o Como por un tubo. Cada vez que este hijo sagrado de nuestro teatro sube a un escenario, se produce una magia celestial y el regocijo se apodera de la platea.

Esto es conocido y de ahí, el respeto de su tierra natal.

Pero destacaré, que cada presentación que realiza la actriz Paula Cancio deja boquiabierta esta platea. Habíamos experimentado esta sensación cuando la conocimos en su trabajo de El diario… su composición era de una calidad asombrosa. Pero en esta oportunidad, este personaje, le permite mostrar otra construcción. Las herramientas que posee le dan el poder de diseñar un personaje de múltiples facetas, que reacciona, sin fisuras, a las geniales propuestas de cambio que le presenta el material y su compañero de escena, dando una clase magistral a la que debería asistir nuestro semillero.

Esta versión del texto de Sabina Berman, inteligentemente, corrige y adapta a medida el sabroso material de Testosterona.

Se observa la minuciosa dirección, como es el estilo de Quique Quintanilla. La sucesión de giros y contra giros que propone el material son transitados sin sobresaltos, deslizándose sobre la música original propuesta por Martín Biancchedi.  Al levantarse de la butaca el espectador puede repasar la infinidad de transformaciones que propone el texto, sin haberlo percibido en el proceso.

A su vez el diseño escenográfico de Jaime Uría permite percibir el poder que se disputa y da sentido a la frase, acerca de que a esa altura se está más cerca de ser Dios.  Queda claro que otra vez, la propuesta de Solá es lo mejor.