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Estrenos argentinos

Buscadores de identidades robadas

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Se estrena el documental de Miguel Rodríguez Arias que da testimonio del importante trabajo del Equipo Argentino de Antropología Forense.

Cómo me enteré de que en la Argentina había habido una violenta represión. Yo tenía diez años y le había robado a mi papá una revista Humor, para leer las historietas. Entre las páginas salió una nota suelta: un equipo de antropólogos buscaba restos de desaparecidos en una fosa común del cementerio de Avellaneda. Lo brutalmente cercano del lugar en donde estaban trabajando, más la cruda foto que ilustraba el artículo, me hicieron entender de un solo y doloroso golpe la clase de país en el que había pasado mi infancia.

Corría 1984, año de creación del Equipo Argentino de Antropología Forense. Les decían el cardumen, porque andaban siempre juntos, para protegerse. Eran unos chicos recién recibidos. Parte del aparato represivo continuaba activo.

Este documental cuenta el nacimiento del grupo, la supervisión del antropólogo forense norteamericano Clyde Collins Snow, la participación que tuvieron en el juicio a las juntas, el lento desarrollo y el gran presente de este equipo de personas que hoy son reconocidas en el mundo por su eficacia y su disciplina.

Buscadores de identidades robadas es una película prolija y apasionante, porque cuenta una historia en cierta forma reconfortante, de gente que trabajó y trabaja a nuestro lado sin estridencias, aportando datos reveladores, acercando consuelo, mejorando cada día. Estos datos tan simples de escribir son difíciles de llevar a cabo en un sistema de vida como en el que estamos inmersos. Pero son verdaderos. Este grupo existe, contrapuesto a los hechos de violencia que generaron su conformación. Respondiendo al robo de bebés y a la desaparición de personas, ofrecen sus saberes combinados para restañar esas heridas, para tratar de salir adelante. Sin palabras de más ni exposición mediática. Sólo con hechos. Hechos científicos.

Miguel Rodríguez Arias, el director del film, los retrata con mano diestra. Realizó treinta y ocho documentales, entre los que se destaca Las patas de la mentira (1997, Premio Iberoamericano Rey de España).

Sin golpes de efecto, sólo contando lo que pasó, logra un resultado sobrio y sin embargo emocionante. Bajo su lupa se analiza la acción ante el horror. La historia de Norberto Morresi -quien fue identificado por el EAAF-, es quizás es punto más cálido del film. El resto tiene un discurso casi clínico, que homenajea a estos profesionales y resalta, con absoluta claridad, el costado humano con el que enriquecen su trabajo.

 

 

Estreno en Buenos Aires: 19 de septiembre.