RECOMENDADOR DE ARTES Y ESPECTÁCULOS

Fotogalería

Ignacio Iasparra

Por: Cecilia Navesnik

En octubre, otra vez FoLa. A la muestra recomendada el mes pasado (la del español García-Alix), se suma la del argentino Nacho Iasparra. Ambas estarán colgadas hasta el 29. Contexto ideal para una visita estratégica. 

Transparencia imposible de una dicha flotante reúne imágenes inéditas de la última producción de Iasparra. Como anticipa el texto que las acompaña, “Si se pudo asociar su obra con una paisajística pampeana, con una fotografía de lo cotidiano y con una poética de la luz, lo que se busca poner en primer plano es una melancolía de la imagen como tono afectivo desde el que interrogar la vida.” Él afirma que esa melancolía surge de su crianza en un pueblo de la llanura, de la monotonía del campo.

Nacido en 1973 en 25 de Mayo, Provincia de Buenos Aires, se mudó a Capital en 1992. Un año antes había empezado a estudiar fotografía. Acá se formó en la Escuela Argentina, hizo talleres con Ricardo Torosian y Fabiana Barreda, incursionó en el ámbito publicitario. Siempre activo en el intercambio con colegas, desde 1997 expone de manera colectiva e individual. Las colecciones del Malba y el MAMBA cuentan con obra suya, publicó en varios libros, también se dedica a la docencia.

Años atrás sólo hacía fotos de paisajes, decía que no sabía cómo retratar personas, que estaba interesado en el vacío, en la presencia de la ausencia. De a poco fue incluyendo figuras y con el tiempo empezó a fotografiar a su mujer. Esta producción fue realizada más de diez años después de eso, en contextos familiares, situaciones cotidianas, lugares de trabajo o de paseo. En ese sentido, ésta es su muestra más autorreferencial.

En un armado que aprovecha todas las alturas, hay retratos, interiores, cielos, campos, flora, mares. Hay horizontes urbanos, calles de barrio, esquinas de pueblo, vistas desde autos. La luz se cuela, enrojece al atardecer, hace aparecer texturas, atraviesa plantas, encandila detrás de una mano, hace visibles los colores de la noche. Iasparra recorta, pero también subraya con el foco: un niño difuso protagoniza una postal; una mano se separa de su cuerpo y flota; la luna -muy nítida- se enmarca en una ventana borrosa.

“En una época de dispositivos y procesamientos exóticos, estar a camarita pelada es como hacer la del songwriter: guitarrita y canción”, dice. Algo de eso hay en sus imágenes, algo simple, franco, despojado.

Y eso se agradece. Y se disfruta.

FoLa

FoLa. Godoy Cruz 2626. Lunes a domingos de 12 a 20. Miércoles cerrado. Hasta el 29 de octubre.