Hermenegildo Sábat

Por: Ian Gall

Una visita a nuestra memoria, un centenar de obras que formaron parte de nuestro arte cotidiano, una ilustración que nos avisaba con sagacidad, desde un periódico, nuestra realidad.

Ingresar en el Museo del humor es una experiencia, sobre todo para quienes conocimos ese magnífico edificio incorporado a la activa vida social, cuando era una de las cervecerías más importantes, implantada en uno de los paseos más concurridos de la ciudad. El ahora Museo del humor cumple una función interesante: allí se realizan las muestras del arte de ilustrar, allí están los artistas que embellecían nuestras vidas desde las páginas de revistas y diarios, como así también de emblemáticas historietas televisivas.

En este marco se realiza una de las exposiciones recomendadas de la ciudad, la del uruguayo Hermenegildo Sábat, que ocupa actualmente la Presidencia de la Academia Nacional de Periodismo.

Ése, al que la ciudad reconoce como hijo propio, exhibe una retrospectiva tan completa de su tarea ilustrativa, que al recorrerla se visita nuestra historia reciente, la que cotidianamente habitamos los que vivimos en esta esquina del mundo. Hermenegildo es quien ha ilustrado las notas de periodistas que nos traían noticias internacionales y nuestras, propias. El sello Sábat posee ironía y conforma metáforas muy inteligentes entre lo ilustrado y la temática del artículo.

La muestra está compuesta por tres núcleos, que facilitan recorrer y redescubrir un artista tan completo como productivo. Más de 100 obras que recorren su actividad plástica, más de 20 libros ilustrados y el material realizado en 50 años de periodismo gráfico, que se recorren en un itinerario fascinante.

Uno de estos núcleos contiene óleos, monocopias y técnicas mixtas, con vertientes expresionistas, surrealistas y de abstracción que denotan una búsqueda en el arte, que lo configura como un experimentador con expresión propia y de gran calidad.

Otro espacio incluye algunos de sus trabajos de ilustración sobre textos propios o de grandes escritores, como Julio Cortázar. Aquí también podremos apreciar grafitos y acuarelas ligadas a sus grandes pasiones musicales: el tango y el jazz, que muestran a un Sábat apasionado por aquellos amigos que transitaron artes ligadas con un medio de vida nocturno.

Se exhiben además las ediciones de la revista cultural Sección Áurea, que Sábat editó en los 90 a través de su Fundación Artes Visuales, donde el sello propio se apodera de cada centímetro en cada ejemplar.

Por último se exponen los trabajos de periodismo gráfico, con obras que realizó primeramente para el periódico La Opinión y desde 1973 para Clarín, que configuran una crónica de los avatares político-sociales del país y del mundo del último medio siglo, siempre con su inconfundible humor y pasión por hacer pensar al lector a través de sus brillantes metáforas. Aquí hay sectores dedicados a los presidentes, a los ministros de economía, a los líderes mundiales, a los políticos y periodistas y también a los artistas plásticos, escritores, actores y deportistas. Un viaje de placer.