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Muestra

Filete porteño

Por: Pedro Monti

Un paseo por senderos con paisajes que son comunes para los que vivimos las décadas doradas de la manufactura personalizada y un mundo con hermosos valores para quienes quieran conocerlo.

No me considero un hombre viejo, pero llegué a ver algunas cosas que fueron la bisagra entre lo antiguo y lo tecnológico, una época en que convivían los objetos de las primeras décadas del Siglo pasado, construidos para durar, en medio de televisores Ranser, Heladeras Siam, combinados Winco o Ken Brown. Lo viejo duraba por calidad de manufactura y se imponía lo nuevo por diseño.

Vi el mercado del Abasto iluminado por focos de 100W con su característica luz amarillenta, los camiones cargando o descargando, estacionados de culata a cuarenta y cinco grados, formando un cinturón blindado sobre los costados del edificio. Los bares y restaurantes de esas cuadras

Tomé helados que traía el carro tirado por un caballo y el heladero tenía un adminículo en el cual introducía una galletita oblea, el gusto que elegíamos y otra oblea de tapa para sacar un alfajor de helado.

Los repartos de la tintorería en bicicleta, el camioncito del sodero que cobraba por semana,

Ese paisaje estaba fileteado.  Los filetes adornaban aquellos camiones, avisaban el nombre de los helados, el de la tintorería, en un cartel que colgaba del caño de la bici; aunque estaba descascarado por los golpes de los cajones, el camioncito del sodero mantenía su belleza.

Ese arte que fue traído por los inmigrantes italianos y que tomó una característica particular en este lado del charco, adornó nuestra cotidianeidad y formó parte de nuestra vida. A eso se le llama identidad, y eso es lo que es el fileteado porteño.

Casi desaparece, pero grandes maestros supieron pasar la llama y hoy un nutrido grupo de artistas lo realizan y lo enseñan en sus talleres. Memo Caviglia, José Espinosa, Diego Prenollio, Silvia Dotta, Franco Fullone, Gustavo Ferrari, Marcelo Sainz, Beto Yapan, Freddy Fernández, Romi Stor, María Rosa Córdoba, Nicolás Rubió, Héctor Bonino, Oscar Pecorari y Luis Zorz se agruparon, lograron que el mundo lo declarara patrimonio de la humanidad, se organizaron y gracias a este grupo de creadores valiosos, tenemos un museo con una muestra estable donde se puede pasear por el arte que identificó este país, disfrutar del inmenso colorido que contiene cada obra, identificar estilos y por sobre todas las cosas, ver que se está incorporando nuevamente a nuestra vida y que en la institución dan cursos para principiantes.

Museo del Filete.

Museo del Filete. Defensa 217. www.fileteadores.com