Nikkai Shokudo

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Un templo destinado a la veneración de la ceremonia de alimentarse. Las mejores y auténticas recetas y técnicas de platos japoneses.

Generalmente a los lugares lo hacen los recuerdos y la gente que los habita. Mi relación con la comida japonesa tiene dos puntos de profundo afecto: Nikkai a principios de los ochenta en San Telmo y Yuki en San Cristóbal a principios de los dos mil.

Recién nacidos los ochenta no se conocía el Wi-Fi, el celular era un móvil con forma de furgón con el cual la policía nos llevaba presos y el furor del sushi aún no había llegado. Por aquella época aparecía Sumo: conocí una bella japonesa alta en uno de esos recitales. Con Hamaru fuimos pareja por largo tiempo y ella me hizo conocer Nikkai, el restaurante de típica comida japonesa que se encuentra dentro de la Asociación Japonesa Argentina.

Entre otras cosas me enseñó que Nikkai se les llama a los descendientes de japoneses que añoran la lejana isla. También comprendí que alimentarse es una ceremonia mucho más profunda que la nuestra y desde ese entonces mi relación con la alimentación se modificó definitivamente. En este lugar se propicia ese clima, con una ambientación sencilla que remonta al lejano Japón.

Hoy se ha modificado en algunos detalles, pero el amplio salón para noventa personas perdura. Podría asegurar que no hay otro tan dedicado a la gastronomía nipona como este, los demás se basan en el sushi, pero ahí están los platos tradicionales con los alimentos acostumbrados por la comunidad japonesa, nada se ha adaptado. Entre mis preferidos están los Men Rui (sopa de fideos) o la Tempura de langostinos, una exquisitez cómo los hacen ahí. Todo se procesa con productos frescos y es elaborado de manera tradicional. Entre los dulces recomiendo las masitas de porotos llamadas Kurimanyú o según la época del año la Torta de jengibre, siempre acompañado por un sake caliente. Independientemente de los recuerdos, el sabor de ese lugar es uno de mis preferidos.

El otro es Yuki y también lo conocí por la suerte haber adoptado un hermano, él es japonés y es una de las personas que además me enseñó lo mejor de la vida, pero esa es otra historia.