María de Waires. La divina decadencia

Por: Fernando Arenas

Recorrido arquitectónico de una república imaginaria , es el objetivo de esta maravillosa muestra.

Claudio Larrea, es un artista con un elevado contenido intelectual, despunta el vicio con una labor en la cual se destaca, es director de fotografía en cine y compone una sinfonía de decorados donde transcurren las escenas de aquellos directores que lo convocan a conformar su equipo.

Su vida transcurre al lado de su esposo, el lírico y docente José Manuel Elliot, con temporadas entre Barcelona y esta bendita ciudad que cada tanto los cuenta entre sus exponentes del arte.

Su verdadera pasión es la fotografía y la desarrolla en búsqueda de los mejores exponentes de nuestra arquitectura. Hemos apreciado muestras con su firma que van desde una recopilación de los más bellos lobbys de esta ciudad o su obcesión por las cúpulas. Comenzó con la invención de El amante de Buenos Aires, una labor de recopilación de este arqueólogo de monumentos arquitectónicos que pertenecieron a la construcción de una Buenos Aires que dejó la generación del 80 y que lamentablemente no pudo ser. Larrea da un legado al patrimonio de una Buenos Aires que nos espera incondicionalmente.

En esa búsqueda de imágenes aparecieron una línea de oscuras tomas de emblemáticos lugares que hacen metáfora con la Alemania fundacional del expresionismo. Con juegos de palabras entre Baires y la Republica de Weimar, José Manuel descubre La Republica de Waires y esta sociedad del día a día lo designa como curador de tomas y a Claudio como quien las realiza. De esta manera se conformó esta producción maravillosa que origina esta muestra de fotografías que consta de dos partes: la primera se refiere a edificios de esta friccionada República de Waires como, un cruce histórico y estético con la Alemania de 1919. Y la segunda parte nos da la posibilidad de ver la obra fotográfica de Claudio Larrea que participa, en formato de grandes proyecciones, como escenografía en María de Buenos Aires; ópera-tango de Astor Piazzolla y Horacio Ferrer, estrenada en la Opera de Rhin en Estrasburgo, en Mayo de 2019, y que se muestra por primera vez en Buenos Aires.

Excelente oportunidad para que crezca el orgullo por nuestra ciudad, a la que descubrimos y por nuestros artistas que nos representan en el mundo.