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Estrenos argentinos

Metegol

Por: Nino Entreverde

Llega la esperada película de Campanella que combina técnicas de animación de última generación con una historia muy argentina.

Amadeo vive en un pueblo chico. No se preocupa mucho por el futuro: pasa su tiempo libre jugando al metegol. Trabaja en un bar y está enamorado en secreto de Laura, su mejor amiga. Parece que todo va a seguir así, tranquilo y bucólico, hasta que Grosso, un muchacho que se crió en el pueblo pero que ahora es el mejor futbolista del mundo (y el más agrandado también), regresa. Esa visita supone un gran peligro para el futuro de Amadeo, eso en lo que nunca había pensado. Su pueblo y su amor por Laura pueden perderse.

Pero, por suerte para él, su metegol le va a dar algunas respuestas.

Esta es la sinopsis del guión de pizarrón de Metegol, la primera película de animación que encara Juan José Campanella. Está basado en un cuento de Fontanarrosa y co-escrito por el mismo director, Eduardo Sacheri y Gastón Gorali.

Su espíritu costumbrista, de personajes fuertes y gran amor por el barrio, se manifiesta en esta apuesta que busca conquistar tanto al público infantil como al adulto. Metegol es el primer intento serio de equiparar la calidad técnica y de animación de las grandes factorías norteamericanas. Pero además de ese olorcito a Hollywood que se pretende de una megaproducción como esta, la película no deja de tener una identidad argentina muy marcada. Uno de los aspectos que remarcan esa posición es el tema de las voces. Se optó por dejar atrás el castellano neutro y convocar a actores consagrados para que prestaran sus cálidos acentos locales. Así, podemos disfrutar del estupendo trabajo de Pablo Rago en el rol de Capi. O la deslumbrante composición de Fontova dándole vida al entrañable Loco.

A nivel técnico tuvo un despliegue nunca visto aquí: casi tres años de producción, el equipo principal en Buenos Aires, y otro en Madrid, comandado por Sergio Pablos, una eminencia, supervisor de animación de Disney durante años, y el creador de Mi villano favorito.

La animación se hizo por keyframes. Esto es: no hubo ni captura de movimiento ni ninguna técnica que facilitase el trabajo del animador.

El equipo de Buenos Aires fue bastante internacional: hubieron colombianos, españoles, 
italianos y norteamericanos. Pero acá, en la trinchera, sacando tomas, el grueso de los animadores fueron argentinos, como el director de animación, Federico Radero. Una película que sin dudas, va a hacer historia. sobreBUE la recomienda.

 

 

Estreno en Buenos Aires: jueves 18 de julio.