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Restaurante

Museo Evita

Por: Luis Enrique Medina

Con el encanto de las cosas antiguas y el buen gusto que despliegan sus dueños, este es uno de los lugares más recomendables a la hora de disfrutar de un excelente servicio gastronómico.

Claudia Aboaf y Daniel Cid, socios en aquel irremplazable sitio donde se comían picadas marinas a un costado de la plaza Serrano, llamado Spirits, se juntaron con Jimmy Mackern y tuvieron la genial idea de instalar, en lo que era la cafetería del Museo Evita, un restaurante de corte típicamente nacionalista hace casi una década.

Pablo Hofmann, hoy socio gerente, se suma posteriormente, con el retiro de  Daniel, aportando su experiencia tras una larga estadía en el exterior transitando el rubro. Este mix de conocimientos le da hoy a este elegante lugar la maestría y la inspiración como para ser el restaurante perfecto que es hoy, uno de los más recomendables de nuestra ciudad. Posee ingreso por la parte derecha del solar, ubicado en Lafinur y Juan María Gutiérrez. Al entrar por esta última calle, a través del antiguo portón de estilo español nos recibe un gran patio con piso damero negro y blanco, mesas de mármol -las hay individuales y de gran dimensión-, bancas cómodas de madera, plantas con flores por doquier, un joven palo borracho y un encantador puesto de creps, que es la estrella de este patio: constantemente se preparan las más variadas versiones.

En su interior posee la solemnidad de la antesala al museo de la abanderada de los humildes; allí continúa el piso damero blanco y negro en el amplio salón con boiseries que cubren las paredes hasta media altura, mesas de buen tamaño que permiten una cómoda estadía, paredes rojo pasión y gran cantidad de sonrisas de mozas que nos reciben para degustar los más exquisitos y variados platos de una carta que se cambia dos veces al año.

Recomiendo cada ingrediente de los platos que se sirven allí, pero mis favoritos son el Risotto de hongos con aceite de trufas o el Pastel de papas con carne y copos de merengue dulce, como le gustaba al general.

Los postres son deliciosos y de variedades exóticas pero siempre prefiero los clásicos como el Cheese cake con maracuyá y chocolate blanco.

Hay una extensa lista de vinos de todos los varietales y marcas, los precios son relajados, vaya con confianza. Además es un lugar histórico, con una colección muy completa de objetos de Evita. No se lo pierda, está abierto siempre desde las nueve de la mañana al cierre.

Museo Evita

Juan María Gutiérrez 3926. Tel: 4800-1599.