be Frika

Por: Álvaro Suarez Onzué

Una cena rápida que tiene su tiempo justo de preparación. Sabores intensos y originales para compartir antes de una función teatral o de ir al cine junto a la persona elegida. 

Quedamos, con Esmeralda, en ir a ver la película Lincoln al complejo que está en Recoleta. Por el horario quisimos comer algo rápido: ella propuso una hamburguesa antes de entrar al cine.

Sé que la mejor hamburguesa de Buenos Aires está en la zona. Revisando la página del Standard Bank vi que estaba dentro de la red de restaurantes que ofrecen el 20% de descuento con su tarjeta y quise sorprenderla, porque nos merecemos lo mejor. La cité en French y Junín; allí se encuentra be Frika, en una casona reciclada y decorada, un lugar de diseño moderno  en un clima cálido pensado para familias, jóvenes y parejas.

Ellos hacen las verdaderas hamburguesas y digo esto porque la palabra hamburguesa proviene de la ciudad de Hamburgo, Alemania, el puerto más grande de Europa en el siglo XX. Los inmigrantes alemanes introdujeron este alimento en los EEUU, inicialmente llamado filete americano al estilo Hamburgo. Existe todavía allí un antiguo plato de origen danés, que se denomina Frika o Frikadelle. Son grandes albóndigas ligeramente aplastadas, que serían  antecesoras de la actual hamburguesa. En viejas recetas de España y Argentina aparecen las Fricandelas. A aquella primitiva y original, de carne picada, se le han ido añadiendo poco a poco diversos atributos, condimentos, guarniciones y etcéteras, convirtiéndola en una comida completa. Descubrí que aquí hacen las Frikas, esas  albóndigas aplastadas. Son riquísimas y las preparan en dos tamaños: las grandes de doscientos gramos que te dejan satisfecho y las chicas de noventa gramos, para que puedas probar más de una variedad. Dentro de mis preferidas están la Moulin Rouge: con queso brie y tomate confitado, la Green Cooper, con queso parmesano, morrón rojo y pesto de albahaca, la Speedy Gonzales, con guacamole y tomate o la Frankie & Johnny: panceta, barbacoa y queso cheddar.

Se nota que la carne es de primera calidad y está cocinada en el momento, montada sobre panes artesanales.

Hacen unos jugos especiales y unos licuados que son memorables, con gran variedad de frutas. En este caso acompañamos nuestras hamburguesas con dos frescas cervezas. Pagamos con nuestra tarjeta del Standard Bank y nos fuimos a ver una gran película, que también es para recomendarles.