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Estreno internacional

Los Boxtrolls

Por: Sebastián Tabany

Otra joya de la animación cuadro por cuadro del mismo estudio de Coraline y Paranorman.

Travis Knight es el hijo de Steven Knight, el fundador de Nike y heredero de la incalculable fortuna de su padre. Pero Travis desde chico tuvo inclinaciones artísticas, especialmente la animación cuadro por cuadro, aquella donde se mueven muñequitos de arcilla milimétricamente para parecer que están vivos. Cada cuadro forma 1/24 de segundo así que imagínense la cantidad de fotogramas que necesita una película de noventa minutos.  La animación cuadro por cuadro tiene sus defensores, como la aldea de Asterix, resiste al invasor de lo digital. Ciertamente es mucho más fácil animar un monito en la computadora, pero la animación cuadro por cuadro es un arte táctil y paciente.

Fue así como el joven Travis fundó en Portland, Oregon (cuna de Nike, sí pero también tierra fértil de una excelente escuela de animación) los estudios Laika, el primero en el mundo en dedicarse a este métier. Producto de Laika fueron las películas Coraline y Paranorman. Y ahora Los Boxtrolls, basado en una novela infantil inglesa llamada Here be Monsters! de Alan Snow.

Todo en Los Boxtrolls rezuma flema inglesa. Las voces originales (Ben Kinglsey, Jared Harris, el dúo de amigotes de Simon Pegg y Nick Frost) son de ese país y se nota explícitamente los homenajes a Monty Python, especialmente una famosa escena de comida en El sentido de la vida. Todo esto contextualizado en una ciudad expresionista donde los jerarcas adoran el queso y hay unos monstruitos que usan cajas como ropa, llamados Boxtrolls. Debido a que la gente les teme porque salen en la oscuridad, un exterminador ha negociado su entrada a la oligarquía si libra a la ciudad de Quesadilla de los bichitos. En el medio aparece Huevos, un nene que como Tarzán ha sido criado por los Boxtrolls.

El film, producido y donde Travis se reservó el papel de director de animación es dirigido por Anthony Stacchi y Graham Annable, dos veteranos de la industria. Es uno de los films de este género más originales del año, junto a La película de Lego, no solo por su estética (los humanos parecen versiones de Spitting Image, aquel programa de televisión  – de nuevo – inglés con caricaturas hechas muñecos. En Argentina, se copió deliberadamente el formato y se lo nombró Canal K en Canal 13) sino por el sentido de humor absurdo que como, sí otra vez, Monty Python, no se priva de asestar una demoledora crítica social. Por eso, Los Boxtrolls no solo es una película para chicos, con personajes originales y aventuras en la ciudad espiralada sino también una delicia animada con muchas ideas y con un final después de los créditos totalmente meta: dos personajes secundarios hablan de la existencia mientras se ve cómo son animados cuadro por cuadro por el humano que los mueve.

 

 

 

Estreno en Buenos Aires: 6 de noviembre.