Teatro musical


 

 

En la sangre, sueños de agua y desembarco

Por: Lucía Fontana

Vuelve el íntimo espectáculo de Virginia Innocenti.


Vuelve el íntimo espectáculo de Virginia Innocenti.

 

Virginia se llama así gracias a su bisabuela, una italiana valiente que dejó su país buscando un futuro mejor. En el camino perdió a su marido y quedó sola con sus hijos chicos. Pero siguió adelante.

Esa mística de la fe en el porvenir, de la ligadura dulce de los lazos familiares, está muy presente en este espectáculo personalísimo. Virginia, la de la cuarta generación, empuña el timón de una historia que todavía continúa. Navega a través de un pasado de desarraigo para arribar a la construcción de una identidad posible.

En la sangre, sueños de agua y desembarco es un musical, pero también está guionado, y se nota la mano de su autora. La Innocenti juega con sus recuerdos de familia, deshilvana una madeja de calor y ternura a lo largo del escenario, urdiendo anécdotas y desplegando sentimientos muy íntimos, que sin embargo hallan eco en el público, porque muchos venimos de historias muy parecidas.

Al diseño escenográfico sobrio pero significativo- valijas viejas, un velador de luz dorada, una velita sobre un piano, una cajita de memorias-, se suma una hermosa selección de canciones populares, que Virginia interpreta magníficamente acompañada por el maestro Diego Vila (con quien ya había trabajado en Dijeron de mí).

Niebla del riachuelo y Garúa se mezclan con canzonetas italianas, zambas entrañables como La nochera y temas que marcaron un momento especial de nuestras vidas, como Canción de Alicia en el país o Yo digo que las estrellas.

La dramaturgia está siempre presente en el revés de ese tapiz de canciones. Virginia, la de hoy, sabe tejer un puente que cura viejos dolores y le da tranquera abierta a un futuro mejor, distinto.

 

Lucía Fontana

 

Teatro Xirgu. Espacio Untref.  Chacabuco 875. Viernes 5 y 12 a las 20:30.

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