Cuando vuelva a casa voy a ser otro

Por: Paz Carpani

Inspirada en un hecho real, esta laberíntica y disparatada historia invita a mirar la vida como piezas en exhibición en un museo, para pensar cómo se construye la identidad.

Inspirada en un hecho real, esta laberíntica y disparatada historia invita a mirar la vida como piezas en exhibición en un museo, para pensar cómo se construye la identidad.

 

Después de su estreno en Bruselas y luego de una gira por Europa, llega la última creación de Mariano Pensotti. Cuando se estrena una obra de este joven dramaturgo y director, existe cierta curiosidad sobre cuál será el dispositivo escénico con el que sorprenda, ya que sus puestas en escenas requieren mecanismos fuera de lo común. Se lució en El pasado es un animal grotesco (con un escenario giratorio como una calesita) y Cineastas (un escenario en dos niveles con actuaciones paralelas) demostrando que la escenografía no es algo que solo está allí, sino que es un elemento fundamental a la hora de llevar adelante una historia. Cuando vuelva a casa voy a ser otro no es la excepción, sino todo lo contrario, demuestra una vez más que la audacia de sus dispositivos enriquece enormemente los textos y la actuación. En esta oportunidad, el escenario está atravesado por dos cintas transportadoras que van en sentido opuesto, brindando al espectador una idea de sinfín. Sobre las cintas trabajan los actores y éstas, como la vida misma, avanzan permanentemente. Esto no es casual, ya que todas las historias están cruzadas por el factor tiempo, tanto pasado, como presente. Pero nada de esto tendría sentido si no se completase con la maravillosa actuación del elenco compuesto por Santiago Gobernori, Mauricio Minetti, Andrea Nussembaum Julieta Vallina y Agustín Rittano (reemplazado temporalmente por Javier Lorenzo) quienes salen y entran de la cinta o del tiempo, con total destreza.

 

Paz Carpani

 

Centro Cultural San Martín. Sarmiento 1551. Viernes a las 21. Sábados y domingos a las 20:30.

www.alternativateatral.com/obra34864-cuando-vuelva-a-casa-voy-a-ser-otro

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