Pacto criminal

Por: Sebastián Tabany

Basada en la vida real de un mafioso de Boston, Johnny Depp vuelve a la actuación después de más de una década de dedicarse al clown.

Desde que Martin Scorsese comenzó a hacer films de gangsters como Calles salvajes y Francis Ford Coppola filmara El padrino, el género cambió y sentó precedentes. Inspirados por los films de Warner de la década del treinta con James Cagney, la descripción del mundo criminal como aspiracional derivó en un género en sí mismo. Esto es importante remarcar porque los repentinos estallidos de violencia, los monólogos amenazantes en voz baja, el montaje de hechos delictivos al compás de música de la época podrían ser originales y hasta atractivos si no fuera que Scorsese y Coppola ya lo hicieron incontables veces desde hace cuarenta años. Dicho esto, Pacto criminal, dirigida por Scott Coopper (Loco corazón, La ley del más fuerte) es un “grandes éxitos” de películas de gangsters. Aún así el tema es fascinante: Jimmy “Whitey” Bulger, durante doce años, fue el delincuente más buscado, número 2 en la lista del FBI. Comenzó como un mafioso de poca monta en los setenta en el sur de Boston, pero logró ser un informante del FBI durante casi dos décadas, y logró que su imperio creciera bajo el visto bueno de la agencia. El trato era que él daba información sobre la mafia italiana y el FBI dejaba a los irlandeses tranquilos. Gracias a esta protección Bulger terminó dominando todo Boston sin ninguna injerencia policial, más teniendo en cuenta que su hermano, Billy, era senador por el estado de Massachussets.

El ascenso, abuso y caída de un delincuente es y será siempre atractivo para la pantalla grande. En Pacto criminal, Bulger es un psicópata que prioriza la lealtad, un concepto muy cosa nostra, por sobre todo. Johnny Depp, utilizando lentes de contacto azules, dientes torcidos y una pelada incipiente, vuelve a actuar después de años de andar dando vueltas como un clown con películas como Alicia en el país de las maravillas, Willy Wonka y la fábrica de chocolate y las cuatro veces que interpretó a Jack Sparrow. Depp, con 52 años, se calza los pantalones largos como no hacía hace muchos años, desde Enemigo público.

El foco de Pacto criminal es la relación entre el agente del FBI, John Connolly, un amigo de la infancia de Bulger quien comienza siendo el nexo entre el delincuente y el FBI y termina siendo virtualmente su secuaz. Interpretado por el australiano Joel Edgerton, Connolly es el típico chanta bocón que habla mucho pero cuando está en aprietos se nota que lo que está diciendo son puras barrabasadas para salvarse. Su personaje es patético y Edgerton logra a la perfección captar su personalidad. Redondea el triángulo Benedict Cumberbatch como Billy, quien se esfuerza por lograr un acento bostoniano convincente pero cada tanto se le escapa el inglés.

Como todo género, Pacto criminal es una película de hombrecitos. Las mujeres están o para ser la conciencia moral de los personajes (Julianne Nicholson, como la esposa de Connolly)  o de prostitutas (Juno Temple, como la amante de un subordinado de Bulger). Utilizando todos los clichés de películas de gangsters, el film es un Scorsese light con un Johnny Depp sólido, que podría llegar estar nominado al Oscar como Mejor Actor.

 

 

 

 

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