Exposición


 Zurbarán. Galería de Arte

 

Cerrito 1522. Teléfono: 4815-1556.

Lunes a viernes de 10:30 a 21. Sábados de 10:30 a 13. Hasta el jueves 23 inclusive.

http://www.zurbaran.com.ar/


Claudio Gallina

Por:

La Galería Zurbarán ofrece esta deliciosa muestra del plástico argentino que propone una mirada de la infancia.


Nuestros mayores aseguraban que el único camino para salir adelante era la educación. De ese salto de fe, de confianza optimista en el futuro, de la fuerza de la niñez, hablan las pinturas de Claudio Gallina.

Este interesante artista, con este universo tan particular, nació en Buenos Aires en la década del sesenta. Egresado de la Escuela Nacional de Bellas Artes, también estudió Escenografía. Sus maestros fueron  Osvaldo Attila y Armando Sapia.

Si bien realizó exposiciones por Latinoamérica,  Estados Unidos, España e Inglaterra, el gran público tal vez lo conozca más por su monumental intervención en la Estación Acoyte del Subte A. Mientras se espera para viajar, el vecino de la ciudad puede disfrutar de las encantadoras series de niños educándose, jugando, interpelando el pequeño cosmos de la escuela.

Parte de ese estilo de trabajo se recupera aquí, en la muestra que ofrece la Galería Zurbarán.

En una serie de pinturas, la mayoría óleos sobre lienzos y acuarelas sobre papel, Gallina nos hace ingresar a un mundo escolar. Hay grandes edificios, elefantes blancos, estructuras vetustas de una pasada grandeza que sin embargo cobijan divertidos educandos. Enmarcan una niñez palpitante, retratada con trazos realistas, que recuerdan las ilustraciones infantiles de antiguos libros de lectura, pero reformuladas, descriptivas, minuciosas, actuales, portadoras de cierta cálida denuncia. Sus niños son niños del hoy, de todos los colores, con cuerpos reales, guardapolvos gastados, zapatillas y mochilas. Su trazo describe la humildad pero también el orgullo de ser alumno, de pertenecer a esa quebradiza quimera de ilusiones.

Hay chicos jugando, haciendo equilibrio sobre pizarrones, fabulando, imaginando. La mirada de Gallina está fuertemente arraigada a un gran poder de observación, a una ternura grandiosa. Emociona ver los fondos de sus pinturas, donde parecen verse cuadernos de niños reales intervenidos por sus dibujos.

A su amplio dominio de la perspectiva, del escorzo, a su conocimiento acabado de la anatomía humana, le agrega un punto de vista particular, único.

Claudio Gallina ofrece un camino posible, una rayuela saltada de regreso al mundo seguro de la infancia. Recomendamos no perderse esta dulzura, este juego, este panorama feliz y vertiginoso, visto desde un artista que añora.

 

L. A.

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