Lidia Borda y Dolores Solá

Por: Sabina Pérez

Dos cantantes poderosas, de bella voz y carácter fuerte, ofrecen este recital a dúo para cantarle al amor.

Las dos tienen impronta canyengue, buena presencia tanguera y una entonación que recuerda a las primeras cancionistas, aquellas que aparecían casi de coladas en las orquestas, territorio decididamente masculino.

Por suerte, en un siglo, las mujeres luchadoras se hicieron un amplio espacio en el universo del tango. Ellas son parte de este panorama de hoy, de ese legado que dejaron grandes como Ada Falcón, Tita Merello o Azucena Maizani.

Lidia Borda escucha música desde la niñez. Lo suyo iba más por el lado del rock, quizás porque su hermano mayor, Luis Borda, tenía una banda rockera.

Creció con Ave Rock, Pink Floyd y Mikis Theodorakis, cantando sobre los discos, llamando la atención de su padre, que la mandó a estudiar canto lírico.

Esa fuerte instrucción le dio una base interesante y le permitió explorar, ya en la adolescencia, en el universo del jazz y el blues.

Pero el tango la tenía que enamorar. En una gira de "Glorias porteñas", Soledad Villamil tuvo un inconveniente y Lidia fue convocada para reemplazarla. Allí la magia se produjo. Desde 1995, comenzó a dedicarse al tango con exclusividad.

Dolores Solá es actriz y cantora nacional. Muchos la conocen por su proyecto junto a Acho Estol, esa fantástica agrupación llamada La Chicana. Otros todavía recuerdan su estupenda actuación en "Ciudad en celo" (2006), áspera comedia romántica que la contó entre sus protagonistas. Dolores es amante de la música popular, en la cual basa su repertorio. Su presencia en el escenario es realmente impactante.

Y ¿qué harán estas dos artistas en el Tasso? Acompañadas de  Daniel Godfrid y Diego Rolón, presentarán "Bruto corazón", un espectáculo de canciones, tangueras y populares, que hablan sin límites de lenguas, ni de tiempos, ni de puertos, del amor y de su búsqueda insensata.

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