Marcos Montes: Un mundo guardado

Por:

El músico, intérprete y actor se presenta en La Biblioteca Café con su claro espectáculo que repasa los mejores momentos de Atahualpa Yupanqui. 

Abordar a Yupanqui no es fácil.  A la forma inefable, casi misteriosa, que tenía de hechizar con su guitarra, se suma su voz peculiar, de entonación franca pero parca.  

Aquellos que intentan retomar  sus canciones tienen dos caminos: orquestarlas a todo trapo - festivalizarlas-, o intentar la senda de la sencillez, aprendiendo a tocar bien, entregando la propia voz para repetir ese su mensaje que siempre refulge.

Este segundo camino, que seguramente tiene más que ver con el arte, es el que toma Marcos Montes, actor y músico. 

Arranca sorprendiendo de entrada con el dominio que tiene del instrumento. Es realmente muy bueno tocando la guitarra. Esa soltura le permite transitar con facilidad por cada canción, entregándonos versiones muy suyas, pero también muy evocadoras del viejo maestro. Su voz limpia, modulada y hermosa, trasmite lo genuino de las letras con un decir entonado y conmovedor.

Un mundo guardado, entonces, se disfruta mucho desde todo punto de vista, porque además de lo dicho, la presencia de Montes en el escenario es muy fuerte. Matiza los temas con pasajes hablados que cuentan la génesis de cada uno. Se impone con su talento y su seguridad para moverse dentro de un repertorio extenso y complejo.

Este mes Montes está trabajando mucho  (en Cinelandia, de Alfredo Arias, y en Sangre, sudor y siliconas, de Gonzalo Demaría), pero aún así, encontró este espacio para recordar, con todos nosotros, lo bello y reflexivo de la obra de un gran artista. Montes nos lo acerca con calidez, con una curaduría exquisita y con una sencillez que suma y aporta, que llega al corazón. 

Tweet