Los Amados

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El conjunto rumboso del Chino convoca a presenciar la grabación en vivo de su homenaje a Agustín Lara.

El Teatro Maipo se vestirá de gala para recibirlos. Habrá pétalos de rosa en el camino del Chino Amado. Su dulce voz interpretará las canciones del mexicano ilustre que supo darnos creaciones tan románticas como María bonita, Noche de ronda, Solamente una vez, Piensa en mí, Amor de mis amores o Sueño guajiro.

Desde siempre, con pista de baile o sin ella, asistir a un espectáculo de Los Amados reconforta el corazón. En una atmósfera de saturado romance (acompañado de un colorido vestuario, pelucas con jopos y bananas, accesorios kitsch y un guión sembrado de anécdotas hilarantes)  la banda demuestra su pericia y su encanto musical, interpretando los clásicos de la canción sentimental.

Lo mejor de Los Amados es, quizás, la alegría que provocan en su público. La gente goza con su ridículo poemario, con su almíbar que parece tener intoxicado a todos sus integrantes. Esa parodia del amor encendido invade el ambiente e invita por un momento a jugar a ser otros con el Chino y su pandilla, a dejarse envolver por los afrodisíacos repertorios.

Los personajes que encarnan este mundo de oropel y fantasía -Cristino Alberó, Mambo Méndez, la inefable señorita Aroma- son en realidad verdaderos virtuosos, con nombre y apellido: Laura Montini, Carolina Alberdi, Rubén Rodríguez, Fernando Costa, Oscar Durán, Hernán Sánchez, Wilson Ortiz, Rodrigo López y Esteban Freydier. Están comandados por la creatividad y el talento del gran Alejandro Viola.

Los arreglos y la dirección musical pertenecen a Diego Vila. Y el particular universo estético, que los sigue como una nube perfumada, es de Cristina Villamor. En este caso, a través de sus objetos presentes en escena, sus telones pintados y su vestuario de telas intervenidas, recrea el México bonito de los sueños.

No se pierdan este homenaje a Agustín Lara. Serán seis únicas noches, durante las cuales podrán ser testigos, además, de una grabación histórica.

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