New Order

Por: Lucía Fontana

La agrupación que marcó el inicio del dance post-punk llega a la Argentina con un show que promete un gran despliegue.

Corría 1980. En Inglaterra gobernaba la Thatcher, recortando presupuestos y empobreciendo la vida de la clase obrera.

En Manchester, un grupito de jóvenes experimentaba con una banda de música proto electrónica llamada Joy Division. Su líder y vocalista, Ian Curtis, se suicidó colgándose en la cocina de su casa mientras escuchaba un disco de Iggy Pop.

Bernard Summer, Peter Hook y Stephen Morris, los miembros restantes, quedaron un poco a la deriva. Ian Curtis era el vocalista líder. Y solo les había dejado desesperación y silencio.

Pero los tres sobrevivientes decidieron dar pelea. Bernard se hizo cargo de las voces, las guitarras y los sintetizadores. Hook siguió con el bajo y la batería electrónica de Morris le ponía el pulso a toda esa combinación.

Se llamaron New Order.

 Al principio no lograban despegarse de la influencia de Joy Division, pero finalmente encontraron su propio lenguaje, una suerte de post-punk new wave con pasajes de música puramente electrónica.

Buscando expandir la ola, los integrantes de New Order viajaron a Nueva York. Los inundó la movida del dance y supieron incorporar ese estilo en su trabajo.

Su primer hit, editado en 1983 se llamó Blue Monday y se convirtió en el single más vendido de toda la historia.

Después de trece años de vida en común, que incluyeron viajes, recitales por todo el mundo, la constante experimentación y la inclusión en sus shows de elementos audiovisuales impactantes (siempre tuvieron la vanguardia en cuanto a video clips y a recitales intervenidos con imágenes), la banda se separó.

Corría 1993. Los problemas que tenían al parecer fueron allanados unos años más tarde, porque con el filo del siglo volvieron a reunirse. Siguen en pie, ofreciendo a aquellos fans que conservan de sus inicios  y a los nuevos que cosecharon en estos últimos tiempos, un denso y rico mundo de sensaciones.

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