Drama


 

 

Traición

Por: Atilio Tustali

Una historia de Harold Pinter sobre el fracaso del amor ocasionado por un triángulo amoroso. Una obra singular de este inglés, uno de los escritores más influyentes de la segunda mitad del siglo veinte. Recientemente desaparecido, fue Premio Nobel de Literatura 2005.


Una historia de Harold Pinter sobre el fracaso del amor ocasionado por un triángulo amoroso. Una obra singular de este inglés, uno de los escritores más influyentes de la segunda mitad del siglo veinte. Recientemente desaparecido, fue Premio Nobel de Literatura 2005.

 

En alguna recomendación anterior sobre otro trabajo del puestita local Ciro Zorzoli, aconsejé seguir su carrera. Pues bien, he aquí otro de sus aciertos. Un material muy particular que es abordado con una inteligente y creativa puesta forma parte ahora de la cartelera de esta ciudad, otro orgullo de nuestras artes.

La obra concentra claramente los rasgos más característicos del estilo de Pinter, como la economía en los diálogos y esta atmósfera de fría normalidad bajo la que se esconden turbias emociones encubiertas, estilo y mensaje conservado en la versión de Rafael Spregelburd.

El texto posee la característica de tener el tiempo al revés, el cuento empieza en el 77 y termina en el 68. La primera escena comienza tiempo después de haber concluido una relación clandestina, mientras que la obra concluye cuando comienza dicha relación. Esa inversión le aporta un mayor suspenso, se sabe que sucedió, ese dato lo aporta el autor al inicio, pero a partir de ahí, la avidez del espectador se centra en querer conocer cómo ocurrió, cómo se generan los acontecimientos que transitan ese triángulo, que se va enredando por la inacción y la inconsciencia de sus personajes.

Es allí donde Zorzoli hace su gran aporte en esta versión, especialmente centrada en los detalles, en lo que ocurre por fuera de lo que dice el texto. Su dirección de actores aporta a los delicados trabajos de Paola Krum como Emma, Diego Velázquez en el rol de Robert y Daniel Hendler como Jerry, un realismo y una veracidad que le da una riqueza a estos vínculos pocas veces observada, la perfección de las composiciones muestra personajes ricos en facetas y contradicciones mientras que solapan verdades hirientes. Hablan de squash o literatura tapando sus emociones; sin embargo el trabajo actoral es de tal calidad que el espectador puede percibir los engaños y las mentiras.

Aunque hay presencia de humor aportada por las circunstancias que transitan -la escena donde Gabriel Urbani encarna un simpático mesero, por ejemplo-, Traición es una historia triste, una historia del fracaso de la verdad y de la muerte del amor. Pinter cuestiona la sangre fría de sus personajes, sus impecables modales, el hermetismo de la típica familia clase media inglesa de los años 70, dato aportado por la escenografía  y utilería de Oria Puppo quien con una serie de movimientos de mobiliario y apoyada en el ingenioso diseño lumínico de Eli Sirlin, representa los distintos escenogramas que requiere la puesta de Zorzoli, aportando estos movimientos, realizado por los actores y ayudantes de escena, una clara presencia de marca o estilo del puestista, la noción de representación con la presentación de las leyes teatrales, la presencia de lo que está detrás, lo que se usa para mostrar.

El argumento de Traición está inspirado en la relación clandestina y extramarital que el propio autor mantuvo durante siete años con una periodista y presentadora de la BBC, Joan Bakewell, a quien la reina de Inglaterra le otorgaría el título de Dame, en 2008, por sus méritos profesionales. Un trabajo que debe verse.

 

Teatro Picadero. Pasaje Santos Discépolo 1857. Tel: 5199 5793. Miércoles a las 22. Jueves y viernes a las 20. Sábados a las 22. Domingos a las 21.

> COMERCIAL
> DISTRIBUCIÓN
> EDICIONES ANTERIORES