Siniestra

Por: Juan José Bertolaga

Una visita a esta obra determinará que el espectador observe la realidad para descubrir nuevos universos que están y conviven paralelamente en el aquí y ahora.

El inquieto director, autor y docente Javier Daulte mantiene en sus trabajos experimentales, en su laboratorio privado, una propuesta que es un sello .

Su mente brillante le brinda una potentísima fuente de inspiración cuántica, donde la vida y la muerte son lo mismo, al igual que el ayer y el hoy en un tiempo circular.

La búsqueda obsesiva está centrada en lo disruptivo. Sus materiales suelen ser intrincados patrones que se atraen en universos distantes, una visita en un día fuera del calendario a una imagen imposible de Maurits Escher, una nueva edición de La dimensión desconocida guionada por Max Planck.

Estar en platea, enfrentando su obra, es una sensación indescriptible. Por un lado, las composiciones de Federico Buso, Silvia Gómez Giusto, Matías Broglia y Carla Scatarelli fluyen con extrema naturalidad. Su misión es conseguir la difícil tarea de actuar un constante descubrimiento.

Por otro lado, este ejercicio es un inmutable instante que va siempre por delante del espectador, empujándolo a ser activo al tiempo que es bombardeado por lo irracional que se transforma en lógico.

Daulte se aprovecha de la convención teatral, de ese ritual social de ir a un lugar en masa, a creerse algo que es mentira y pagar por ello. Es un talentoso mentiroso profesional con mucho oficio, no se le escapa nada, allí radica su arte, en hacerte creer y reflexionar, a punto tal que una vez fuera del mítico Espacio Callejón, das por posible absurdos incuestionables. Talento puro.

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