Absentha

Por: Lucho Gutiérrez

Uno de los más importantes espectáculos de la década.

Infinidad de premios otorgados por distintas organizaciones a las diversas áreas de creación, y una lista de nominaciones obtenidas hacen de este un espectáculo histórico, otro de los que produce la compañía teatral La Fronda. Formada en 1998, allí trabajan los creadores de Living el último paisaje (1999), A un beso de distancia (2001), Ars higiénica (2003) y Flia (2006). Sus minuciosos trabajos de investigación en el proceso del laboratorio teatral los coloca como uno de los grupos más consolidados de la escena local.

Absentha, dirigida por Ana Sánchez, muestra los vínculos entre cuatro seres en búsqueda de la aprobación en la mirada del otro, con un profundo rencor por la imposibilidad de salir de la mediocridad. Todo funciona en el taller de poesía que se dicta en un sórdido centro cultural liderado por un escritor fracasado.

La obra nos entrega mucho más, mientras nos mantiene en una constante intriga (¿es drama o comedia?), gracias a la habilidad y la genialidad de su autor, el dramaturgo Alejandro Acobino, quien escribió a partir de una hipótesis argumental de La Fronda sobre una idea de Rodolfo Demarco.

Recomiendo fervientemente no dejar de asistir y observar el momento en que Fernando Migueles vuelva a componer a Lato (Raúl Armando Latorre) para enfrentarse a las ilusiones de sus voluntarios pupilos: Mamu (Edmundo Mamulián) en la piel de Rodolfo Demarco, José Mehrez encarnando a Aitor Arozarena y Germán Rodríguez como Gapo (Gaspar  Sassone), para que la función social del teatro se muestre en su máxima expresión.

 

 

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