Bistró


 

 

Torcuato y Regina

Por: Inés Molina

Un coqueto lugar con una vista inmejorable que da a la Plaza San Martín. Para visitar en cualquier momento del día, especialmente cuando se está enamorado.


Un coqueto lugar con una vista inmejorable que da a la Plaza San Martín. Para visitar en cualquier momento del día, especialmente cuando se está enamorado.

 

La “T” de Marcelo T de Alvear corresponde al segundo nombre del decimonoveno presidente argentino: Torcuato.

En su juventud, Torcuato conoció a una cantante lírica portuguesa, que estaba de gira por Latinoamérica. Ella se llamaba Regina.

En esas épocas estaba muy mal visto que un niño bien saliera con una artista, así que toda su familia se alegró mucho cuando Regina regresó a Europa luego de terminar su contrato. Pero no contaban con la reacción de Don Torcuato, que se fue tras ella sin previo aviso.

Vivió persiguiéndola durante ocho años, acompañándola en todos los lugares donde se presentaba, regalándole rosas rojas y blancas y escribiéndole largas cartas de amor, hasta que Regina le dio el sí, un sábado de abril de 1907.

De nada importaron las diferencias sociales. Formaron un matrimonio sólido y duradero, que finalizó con la muerte de Alvear. 

Regina se retiró y se dedicó  a la beneficencia, fundando la Casa del Teatro, que todavía funciona en nuestros días.

Tremenda historia merecía su lugar, y lo encontró en Torcuato y Regina, hermoso bistró que los homenajea. Cuenta con paredes tapizadas, barra de tragos, elegantes mesitas de madera negra y ventanales de ensueño que dan a la Plaza San Martín.

En su salón, pequeño y cálido, pueden tomarse suculentos desayunos compartidos mientras se ve avanzar el sol sobre el espacio verde y las esculturas que se exponen enfrente.

A un lado está el edificio del Círculo Militar, que acompaña con su estilo arquitectónico la propuesta de un viaje al pasado, a esa Buenos Aires paqueta que existe en estos vórtices privilegiados, escapados de la ciudad moderna.

Visitarlo de día es muy estimulante, pero la recomendación mayor se la lleva la noche: no hay nada mejor que reservar una mesa y compartir unos delicados spuntini a la luz de las velas. ¿Y qué son los spuntini? Una especie de tapas, pero a la italiana. Recomendamos las de verduras estacionadas, o la de aceitunas griegas. Las de salchichitas ahumadas, glaseadas al Malbec, tampoco tienen desperdicio.

Para el plato principal, la especialidad de la casa es el risotto. Se puede acompañar con un buen vino, de las bodegas Rutini, Luigi Bosca o Catena Zapata.

La magia perfumada de la noche, las arañas con caireles de luz dorada, los espejos con marcos antiguos y los dignos retratos de Torcuato y Regina presidiendo el salón logran una atmósfera única.

Recomendadísimo para una salida en pareja. Seguramente saldrán tomados de las manos.

 

Inés Molina

 

Av. Santa Fe 772. Tel: 4312-9410/ 3349.

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